Es más que una simple tostada; es el bocadillo que ha conquistado el paladar del renombrado chef José Andrés. Natural de España y una personalidad de la gastronomía internacional, Andrés encontró en el restaurante Venta Pinto, en la Barca de Vejer, un manjar que lo dejó cautivado: el lomo en manteca.
Venta Pinto no es un local cualquiera; es un emblema en la provincia de Cádiz. Situado en Vejer de la Frontera, el restaurante ha hecho del lomo en manteca una verdadera institución gastronómica. Tal es la relevancia de este manjar, que cuenta con una calle en su nombre y un día propio, el 15 de octubre, en el que el ayuntamiento organiza diversas actividades para rendir homenaje al producto.
La receta original es aparentemente sencilla: lomo de cerdo frito en manteca de cerdo, con una pizca de sal y especias. Pero su sencillez es engañosa, pues el bocadillo ha logrado hacer que miles de personas acudan expresamente a Venta Pinto para saborearlo, ya sea en tostada o en bocadillo.
Pero cuando José Andrés, quien es un visitante frecuente del lugar, lo degusta, no se conforma con la versión tradicional. Fue en 2019 cuando, en un arranque de inspiración culinaria, solicitó la incorporación de un huevo frito de yema suelta para añadir un toque extra de jugosidad. Pero ahí no quedó todo: además añadió una cazuelita de gulas al conjunto, creando así una versión mejorada del manjar gaditano. "Quedó tan encantado que le hizo una foto y lo subió a sus redes sociales para dar a conocer las delicias del plato".
Esta combinación de ingredientes elevó el precio del bocadillo hasta unos 70 euros, debido a la adición de las gulas. No obstante, conscientes de la necesidad de ofrecer una opción más accesible, los propietarios de Venta Pinto lanzaron una variante que suma únicamente el huevo frito, por un módico precio de 5 euros.
Un producto que conquista los paladares, y que ha obtenido el sello de aprobación de una figura internacional como José Andrés, se convierte, sin duda alguna, en una atracción gastronómica que sigue consolidando la tradición culinaria de Cádiz y el legado de Venta Pinto.