Desde hace ocho meses, "la asociación de familiares del CEIP Tierra y Libertad empezó un calendario de movilizaciones y concentraciones a las puertas de la propia Delegación", contando con el apoyo de USTEA. Estas acciones responden a la promesa incumplida de la Delegada de Educación, Isabel Paredes Serrano, quien había asegurado en marzo del curso pasado que "comenzar las obras de ampliación del centro para incluir la etapa de educación primaria". Este compromiso no se ha materializado, afectando negativamente el proceso de matriculación para el próximo curso escolar y limitando la libertad de elección de escuela pública para las familias de la zona.
La relevancia de este proyecto radica en el hecho de que el centro se sitúa en "un barrio cuya demografía crecía a gran velocidad en los años 2021 y 2022", lo que subraya la necesidad de ampliar la oferta educativa para incluir la educación primaria. El retraso de tres años en el inicio de las obras de ampliación ha generado una problemática significativa para las familias del alumnado de infantil, quienes "se van a encontrar con la problemática de tener que desplazarse a diario el curso que viene a centros muchos más alejados".
USTEA y la asociación de familiares apelan a la Delegada de Educación para que cumpla con su deber, recordando que "la claridad del mandato de nuestra Ley Orgánica Educativa a las administraciones en cuanto a la programación de la red pública, tienen la obligación de garantizar suficientes plazas públicas (LOMLOE, art 109)". Esta situación evidencia la urgente necesidad de que las autoridades educativas actúen de acuerdo con sus responsabilidades, asegurando la realización de las obras de ampliación necesarias para el CEIP Tierra y Libertad y, con ello, responder adecuadamente a las expectativas y necesidades educativas de la comunidad de Casines y zonas adyacentes.
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