Bruno García estrenaba la nueva sala de prensa del Ayuntamiento de Cádiz con serenidad, pero a medida que fueron pasando los minutos el alcalde de Cádiz comenzó a cambiar su tono. Sin elevar el tono como él acostumbra, el regidor empezó a fruncir el ceño afeando enfadado el 'populismo' de Adelante Izquierda Gaditana en su postura contra el turismo de cruceros en la ciudad.
El alcalde de Cádiz, Bruno García, defendió la imagen de la ciudad ante las recientes informaciones que sugieren que algunas navieras de cruceros, especialmente británicas, podrían dejar de atracar en puertos españoles afectados por la turismofobia, como Barcelona y Valencia. Durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Local, García insistió en que Cádiz es una "ciudad muy amigable con el turismo y el turismo de cruceros, y un lugar maravilloso para pasear y visitar".
Bruno García subrayó que "queremos que venga turismo a la ciudad. Y no creo que esta ciudad transmita un rechazo al turismo". Afirmó que el verdadero foco de las protestas ciudadanas es la preservación del espacio residencial, no el rechazo al turismo. El alcalde reiteró el compromiso del equipo de gobierno con un turismo sostenible que conviva con los vecinos, dando siempre prioridad a estos últimos. Aclaró que los cruceristas no utilizan viviendas turísticas, por lo que no deben mezclarse los temas.
Durante la misma rueda de prensa, se abordaron las críticas del concejal de Adelante Izquierda Gaditana (AIG), David de la Cruz, quien cuestionó el consumo de agua potable por parte de los cruceros en el puerto de Cádiz. De la Cruz presentó estudios de otros puertos para respaldar sus críticas.
José Manuel Cossi, en representación de Aguas de Cádiz, indicó que desconocen la cantidad exacta de agua que consumen los cruceros, pero que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz paga una tarifa industrial más alta que la doméstica. Afirmó que no es válido extrapolar datos de otros puertos como el de Barcelona para justificar la turismofobia en Cádiz.
El alcalde Bruno García, respondió a las críticas afirmando que el turismo de cruceros es beneficioso para la ciudad, destacando que los cruceristas generan ingresos para los comercios locales. "Detrás de esa compra hay una persona, y no un empresario malísimo sino una persona y hay vidas detrás de todo eso", defendio.
García recordó que, aunque siempre se busca mejorar la sostenibilidad del turismo, no se puede basar el debate en datos de otros puertos con realidades distintas. También aseguró que se estudiará la situación del consumo de agua con el puerto de Cádiz y Navantia, una industria que genera empleo en el sector.
Además, García criticó las posturas populistas como la de David de la Cruz, argumentando que pueden perjudicar a la ciudad y a los trabajadores que dependen del turismo de cruceros. Recordó que, durante el mandato de AIG, los cruceros consumían la misma cantidad de agua y que este tipo de discursos puede limitar el desarrollo de la ciudad.
Por último, el alcalde, con un notable enfadado, destacó la importancia de defender los intereses de los ciudadanos que dependen del turismo y subrayó la necesidad de un enfoque riguroso y abierto de mente para evitar daños a la economía local.
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