La propuesta de aplicar un dispositivo de seguridad similar al de la Puerta del Sol de Madrid en los Carnavales de Cádiz ha cobrado fuerza tras las quejas recibidas por la Asociación Española de Consumidores sobre la proliferación de botellones y la falta de medidas efectivas para controlarlos. Durante las festividades de Nochevieja en Madrid, el Ayuntamiento de la capital, en coordinación con la Policía Nacional, implementa un plan de seguridad que incluye controles de acceso, restricciones en el transporte público y vigilancia aérea con drones, lo que ha permitido reducir incidentes relacionados con el consumo de alcohol y la entrada de objetos peligrosos.
El dispositivo, conocido como la 'fórmula Almeida', en referencia al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, establece un aforo máximo en la Puerta del Sol de 15.000 personas y la instalación de filtros en puntos estratégicos como las calles Mayor, Arenal, Alcalá y Carrera de San Jerónimo. En estos accesos, agentes de la Policía Nacional y Municipal realizan registros para impedir la entrada de botellas de cristal y otros objetos que puedan representar un riesgo. Además, se lleva a cabo un desalojo preventivo de la plaza a las 21:00 horas para facilitar labores de limpieza y seguridad antes de reabrirla bajo un control más estricto.
Desde la Asociación Española de Consumidores, se considera que el Ayuntamiento de Cádiz no ha hecho lo suficiente para frenar el consumo masivo de alcohol en las calles durante los carnavales, limitándose a lanzar mensajes en medios de comunicación sin establecer medidas concretas de prevención. La entidad ha propuesto la creación de un grupo de trabajo en el que participen diferentes colectivos y entidades para diseñar un plan integral de concienciación y control, similar al que se aplica en Madrid durante las campanadas de Nochevieja.
Los datos de seguridad en la capital respaldan la efectividad de este tipo de operativos. Según informes recientes, la aplicación de restricciones en la Puerta del Sol ha permitido reducir en un 22% las intoxicaciones etílicas y ha evitado el ingreso de objetos peligrosos durante las celebraciones. La imposición de multas disuasorias y una campaña de concienciación durante todo el año han sido elementos clave en la estrategia madrileña, medidas que podrían adaptarse a la realidad de Cádiz para garantizar unos carnavales más seguros y limpios.
La iniciativa de trasladar la 'fórmula Almeida' a Cádiz cobra especial relevancia tras el primer fin de semana de Carnaval, en el que se han registrado cientos de quejas ciudadanas por la acumulación de residuos y la falta de intervención municipal en las zonas más concurridas, como la plaza de la Catedral. La Asociación Española de Consumidores ha advertido que, si el Ayuntamiento de Cádiz no toma la iniciativa de establecer un grupo de trabajo para abordar esta problemática, impulsará su creación junto a diferentes entidades de la ciudad.
El debate sobre cómo controlar los botellones y minimizar su impacto en la limpieza y seguridad de las calles está sobre la mesa. Mientras en Madrid las medidas adoptadas han logrado un mayor control del espacio público, en Cádiz aún se busca una solución que equilibre la celebración de los carnavales con la necesidad de evitar el desorden y el consumo irresponsable de alcohol en la vía pública.
Envíanos tus vídeos, fotos, denuncias y noticias por WhatsApp (645 33 11 00)
