Hace casi dos semanas que acabó la décima edición de Operación Triunfo y todavía dura la resaca, en el mejor de los sentidos, tanto de seguidores como de los propios concursantes. Poco a poco, los ‘triunfitos’ se han ido chocando con la realidad de un fenómeno que descansará para evitar caer en los errores del pasado pero que ha calado en los telespectadores hasta el punto de seguir llenando estadios y pabellones. Lejos de la locura de OT1, OT2017 logró conquistar parte de la música española y OT2018 siguió su legado.
En este tornado musical se encuentran inmersos dos gaditanos que han visto cambiadas sus vidas en 180 grados. Dave Zulueta, de Sanlúcar de Barrameda, y Julia Medina, de San Fernando, han vivido una experiencia que jamás olvidarán en un año mágico para ellos, cuyo momento cumbre llegó el pasado jueves en el Palau Sant Jordi, donde cantaron su himno ‘Somos’ ante 17.000 personas. Una experiencia nueva e inolvidable para los 16 concursantes de la última edición. De momento.
Estar entre los dieciséis concursantes no es nada fácil. Para ello, Julia y Dave tuvieron que hacer cola a principios de julio en los castings de Sevilla y Málaga respectivamente para comenzar su andadura por las eliminatorias hasta llegar al concurso. En todos los puntos de España se presentaron 16.769 personas (2.145 en Sevilla y en 1.850 en Málaga). Y más de dos meses de espera hasta conocer en el plató de TVE que eran miembros de la prestigiosa academia en una ‘Gala 0’ vista por 2.310.000 espectadores.
Superando obstáculos, Dave estuvo cinco semanas en la academia, en las que fue propuesto para abandonar la academia en tres ocasiones, salvado una vez por sus compañeros, otra por el público y abandonando el programa en la quinta gala ante Carlos Right. Además de llenar de buen humor la academia, el sanluqueño también puso el toque carnavalero con las diversas coplas que cantó acompañado de la guitarra. Su carrera, según explicó a PORTAL DE CÁDIZ, parece estar enfocada a la mezcla del humor y la música. Y su sueño no es otro que llenar algún día el Gran Teatro Falla, donde ya ha cantado con una comparsa.
Hasta la final consiguió llegar Julia, que en cuestión de meses ha pasado de cantar en hoteles y pequeños locales a compartir escenario con India Martínez en una gala de Navidad. Ambas brillaron. Pese a los problemas con sus cuerdas vocales, la isleña logró colarse en la final sin haber estado nominada –sí propuesta para expulsión-, en toda la edición. Su quinto puesto es más que privilegiado en una de las finales más reñidas de la historia de Operación Triunfo.
Y es que Julia todavía puede poner la guinda a su participación en este concurso, ya que con el tema ‘¿Qué quieres que la haga?’ es aspirante a representar a España en Eurovisión. A sus 24 años, después de haber dejado claro una y otra vez que su camino no es otro que la música y haberse presentado a ‘La Voz’ y ‘Tú sí que vales’, Julia encuentra la recompensa a tantos años de lucha de la mano de Operación Triunfo. Ahora que ha acabado el programa, tanto para ella como para Dave, el trabajo será su herramienta y compañera para seguir cumpliendo sueños. Mimbres hay de sobra.
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