Cada vez que me hacen esta pregunta me da la sensación que lo que anda buscando el paciente es el asentimiento para la complicidad y poder tomarse unas cuantas copitas. Así que algunas veces digo que no y otras que solo una y no de tamaño como la del Carranza.
Evidentemente con el enunciado no me refiero a las bebidas blancas que están totalmente contraindicadas dentro de un hábito de vida saludable. Hablo de nuestro famoso vino y la refrescante cerveza que acompañan en la mesa. Numerosos estudios apuntan que el consumo moderado (lo recalco una vez más moderado) de bebidas fermentadas en adultos sanos y acompañado de una dieta mediterránea, podría aportar beneficios tanto para la salud cardiovascular como para el sistema nervioso. Los beneficios vienen debido a los componentes no alcohólicos de estas bebidas que mejoran los niveles de HDL- colesterol (el que llaman colesterol bueno), disminuye la agregación plaquetaria y por tanto la formación de trombos, aumenta la disolución de coágulos, reduce los marcadores de la inflamación, incrementa la capacidad antioxidante y mejora la función endotelial.
Los polifenoles que son sustancias químicas encontradas en las plantas, no se absorben en su totalidad a nivel intestinal y llegan al colon, actuando como reguladores de la flora intestinal. Igualmente se han desterrado en estudios la idea de que una caña de cerveza diaria o una copa de vino (83 kcal) engorden y son los hábitos de alimentación saludable y el ejercicio los que al final influyen en este aspecto y así de paso desterramos el mito de la barriga cervecera. De hecho se asocia este mito a un estilo de vida que incluye exceso de consumo de cerveza o bebidas alcohólicas, comer demasiado y no moverse lo suficiente. La cerveza es rica en magnesio que previene la osteoporosis ayudando a la fijación del calcio, modela la relajación muscular y del sistema nervioso y favorece el buen ritmo cardíaco. El vino además combate el cansancio y aumenta nuestras endorfinas que nos ayudan a relajarnos o potencia el sabor de las comidas.
Pero no me puedo saltar los perjuicios que sobre nuestra salud tiene el tomarlo en exceso: daño a nivel de esófago, estómago, hígado o páncreas; cáncer de esófago, hígado, mama, colon; desnutrición, elevación tensión arterial, enfermedades cardíacas, caídas, ansiedad y depresión, problemas familiares, etc... Si usted abusa del alcohol debe acudir a su médico o algún centro de ayuda contra la adicción lo antes posible para iniciar el tratamiento. Muchas veces esta adicción comienza casi sin darnos cuenta por tener un trabajo que se desarrolla en la calle e incita al consumo de alcohol. Son los llamados bebedores sociales que terminan en algunos casos desembocando en un alcoholismo. En la provincia de Cádiz existen varios grupos de apoyo, a los que se puede contactar a través del teléfono 606 210 001 y el Servicio Andaluz de Salud pone a disposición de los usuarios el teléfono 900 84 50 40 para su consulta.
Sin duda hoy recalcamos el consumo responsable y moderado del alcohol que resulta beneficioso.
Dr. Fernando Arévalo Rosado
Médico de Atención Primaria
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