El pasado lunes 30 de septiembre publicaba un medio de la ciudad las declaraciones de la portavoz “socialista” en las que criticaba que el alcalde de la ciudad hubiese ofrecido Cádiz para dar acogida a los migrantes que viajaban a bordo del Open Arms mientras descuida a las personas sin hogar que conviven ya en la ciudad.
Esta línea argumental que sigue la portavoz del PSOE me recuerda mucho más de lo que me gustaría a las declaraciones que suele realizar cierto partido que se declara heredero del franquismo. Es esa tesis tan defendida por los nacionalistas de “los míos primero” que, con frecuencia, se transforma en exclusivamente los míos.
Por supuesto que la situación de desamparo a la que se enfrentan las personas sin hogar en la ciudad es horrible. Desde el problema de aquellos que tienen que abandonar a sus compañeros de cuatro patas para acceder al albergue a los extranjeros que no encuentran un intérprete disponible cuando lo necesitan. Desde luego es criticable la actuación del consistorio a través de los años con respecto a este sector tan vulnerable, pues la actuación de los distintos gobiernos municipales ha ido encaminada a una labor meramente asistencial en lugar de dotar a los servicios sociales de los recursos realmente necesarios para trabajar con este colectivo.
No obstante, ello no puede justificar que se use cualquier excusa para criticar al alcalde. A mí me parece que se le puede criticar porque su declaración no era más que un golpe de pecho, toda vez que se hizo a sabiendas de que el Gobierno central no iba a autorizar el atraque del Open Arms en costas españolas y de que la ciudad probablemente no dispone de recursos ni de ningún plan para acoger a tantísimas personas, especialmente en la precaria situación en la que habrían llegado. La crítica respecto a esta declaración debe hacerse atendiendo al carácter oportunista y meramente mediático que a la misma acompañaba, pero en ningún caso debe seguirse la senda del “primero los de aquí”. El primero los de aquí responde a un ideario racista o xenófobo que, en mi opinión, poco tiene que ver con la lucha de clases sobre la que se fundamentan las tesis de la izquierda. Todos
sabíamos que al PSOE, especialmente después del escarnio que ha hecho tras las elecciones, poco le queda de socialista más allá de la sigla; pero de ahí a posicionarse junto a la ultraderecha me parece que hay un abismo que me sorprende hayan decidido cruzar. Especialmente teniendo en cuenta que se ha hecho para criticar una gestión que, a todas luces, es deficiente y que no requería de un ataque tan ruin.
La forma en la que el Gobierno central ha afrontado esta crisis humanitaria es vergonzosa y merece toda repulsa posible, de ahí que me alegre que, aunque con lo que creo una mera intención propagandística, desde el Ayuntamiento se haya ofrecido a mi ciudad para acoger a los migrantes.
En definitiva, creo que la portavoz del Partido ¿Socialista Obrero? Español debería replantearse si es compatible el racismo con la lucha de clases.
Eduardo Jesús Rovira del Rio
Abogado.
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