Despacio, aparentemente tranquilo, concentrado, confiado en su fe y devoción (la procesión, presumiblemente por dentro) asume responsabilidad. Tan solo 26 primaveras le contemplan, cumplirá un año más el próximo mes de mayo, y cumplió uno de sus sueños “desde chiquitito”, anunciar la Semana más grande, la Pasión y Muerte de Jesús Nazareno.
Sube la pequeña escalera lateral derecha que da acceso al escenario del teatro municipal “Miguel Mihura”, exornados con todos y cada uno de los guiones y banderas cofrades de Medina.
Las principales autoridades locales, los párrocos de Santa María, Santiago o San Juan Dios, el presidente del Consejo Local, hermanos y hermanas mayores de las Hermandades o Corporaciones de penitencia y gloria (una de ellas su madre María de la Paz), familia, amigos, cofrades, expectantes.
Una vez el pregonero toma el atril, toca tres golpes de martillo reflejando la llamada de un capataz, mientras el escenario está a oscuras solo alumbrando la cruz que preside dicho escenario. Jesús Parrado empezó a hablar de memoria dejando al público a la espera de a quién va dedicado dicho pregón, diciendo así: “Costalero… esta levantá va por…”. Una vez terminó el génesis del pregón, saludó a las Excelentísimas fuerzas políticas y religiosas de la Muy Nobel y Muy Leal Ciudad de Medina Sidonia. Usó los agradecimientos para dedicarle unas palabras a su presentador, Lorenzo Sánchez Cornejo, a su familia y a sus seres queridos, acabando así con unas palabras a su ciudad. Siendo esta la antesala del poema a Medina Sidonia, encabezado con el Romance de Federico García Lorca “Verde que te quiero, verde”.
Los versos, la prosa, la oda, el prosaísmo, se hace palabra. El joven poeta, maestro, pregonero, cubre el doloroso camino, rezando en cada uno de ellos. Siguiendo una línea sucesiva y recorriendo como Jesucristo por el Monte Calvario: Prospecto. Primera levantá. Barrio de rosas y Paz. Regidor Perpetuo, Procesión de vida. Vida más allá de la muerte. Yo te adoró, tú me cuidas. Sangre a derramar. Patrona, Reina y Madre. Dolores, mi amargura. Primera y última levantá.
Parrado empezó su camino por las diferentes parroquias asidonenses, iniciado en la Parroquia de San Juan de Dios, Santiago, Santa María la Coronada…anunciando la llegada de la Semana grande con dos poemas al Santísimo Cristo de la Reconciliación y Paz, y a María Santísima de los Dolores.
Subió barrio arriba a la Parroquia de Santiago el Mayor dedicándole un poema a Nuestro Padre Jesús Nazareno, usando el Padre Nuestro como base para dichos versos. Con ello, pasó a dedicarle un poema a la figura que, según dijo Parrado Astorga, más le ha influido desde que nació, al costalero. Con piropos, críticas y repasando el sentimiento del costalero por las diferentes Cofradías asidonense, Parrado Astorga concluyó diciendo que no hay mayor orgullo que ser costalero.
Una vez terminó dicho capítulo, no se olvidó, y no es para menos a la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, cuya sede parroquial está también en Santiago el Mayor. Dicho poema lo recargó con una fuerte carga emocional y personal.
Siguió con los poemas a Nuestro Padre Jesús Cautivo de los Llanos y a la Hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre. Donde la carga emocional se hizo palabra, compasión, dolor, piedad, pesar y pasión en el poema al Cristo de la Sangre el cual acabó diciendo:
Cristo ha muerto
Amén
En ese momento todas las luces del escenario se apagaron reflejando así, la muerte de Cristo.
Esta vez sí, inquieto, emocionado, conteniendo las lágrimas que no resbalen por su rostro, voz quebrada “Y antes de dar un carpetazo a este pregón tenía la obligación de escribirte, madre”.
Esta fue la antesala a los dos poemas que Parrado Astorga le regaló a Nuestra Señora de la Paz, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Medina Sidonia; y a María Santísima de los Dolores de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, titular que para el joven pregonero tiene una fuerte devoción.
El final del pregón, y con el último capítulo, Parrado Astorga dedicó un homenaje a Juan Manuel Astorga Moreno, abuelo del joven pregonero que falleció el pasado mes de diciembre. El pregonero creó un poema como si su abuelo le hablase, concluyendo así el pregón, volviendo a golpear el martillo y diciendo:
“Costalero…
Ahora sí que sí
Esta levantá va por mi abuelo
Al cielo lo que es del cielo,
al cielo la verdad;
y que mi humilde verso llegue
más allá de la tempestad.
He dicho.”
Previa a la intervención de Jesús Parrado, intervino el coro de Santiago que dio paso al presentador del joven divulgador, amigo personal y buen cofrade, Lorenzo Sánchez Cornejo, ex hermano mayor de la Buena Muerte. “La Cuaresma tocó a su fin, y se abrirán de par en par las puertas de nuestra Semana Santa. Todo está preparado para que las calles de Medina se inunden de fervor cofrade, y surque al aire la saeta, con su sonido ronco y desgarrador, para llorar cantando la pasión de Cristo y el dolor de María”.
“Medina se hará Getsemaní, y durante siete días, vivirá, como solo el pueblo andaluz sabe hacerlo, los sagrados Misterios de la Redención a través de la valiosa imaginería que contamos en nuestra localidad, haciendo Estación de Penitencia en nuestras Iglesias y Conventos”.
“La primavera esta al llegar, encantadora y hermosa como un don de Dios, y con sus perfumes de azahares y jazmines, inundará patios de vecinos, rejas, ventanas y balcones floridos, nos anuncia un nuevo Domingo de Pasión, impregnado de aroma de fe cristiana”.
Un año más, Medina busca en las huellas de la Pasión de Cristo, la simiente precisa para que siga creciendo y floreciendo la espiga de su fe.
“Quiero públicamente darte las gracias, dirigiéndose a Parrado, “por la confianza que depositas en mi al escogerme como Presentador. No sé si estaré a la altura de tanta amistad que nos une, ni tampoco si lograré resumir tanta categoría humana y cofrade en estas breves palabras. Pero hoy tengo el altísimo honor de presentar, con los sentimientos a flor de piel y con mi corazón en estas palabras, como Pregonero a un amigo, a un cofrade, a un hermano”.
Haciendo memoria: Jesús Parrado Astorga, siguió, nacido el 15 de mayo de 1998, es fruto junto con su hermana María, de la unión matrimonial de Jesús Parrado Matalobos y María de la Paz Astorga Pérez, actualmente Hermana Mayor de la Hermandad de la Santísima Virgen de la Paz, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Medina Sidonia.
Jesús Parrado terminó sus estudios en Filología Hispánica por la Universidad de Cádiz y de Lodz, en (Guch) Polonia. Master en Formación del Profesorado de Secundaria. Es Profesor de Lengua Castellana y Literatura. Su infancia como la de cualquier otro chiquillo, “transcurre entre juegos, risas y sueños. Ese joven de ojos traspasadores ¡divina juventud. Desde su nacimiento es Hermano de la Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, María Santísima de la Soledad y San Juan Evangelista y de la Hermandad de la Santísima Virgen de la Paz.
Durante varios años de su niñez fue miembro del Cuerpo de Acólitos del Santísimo Cristo de la Reconciliación y Paz. Actualmente también es Hermano de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, donde estuvo como Presidente del grupo joven y de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre donde estuvo en una legislatura miembro de la Junta de Gobierno.
En 2018 realizó la Exaltación Poética a Nuestro Padre Jesús Nazareno, con motivo de la Salida Procesional a Cádiz, para conmemorar el 750 aniversario del traslado del Obispado desde Medina Sidonia a la capital, donde ya pudimos deleitarnos con su habilidad para escribir. Pero si algo destaca de su persona, es sin duda, su auténtica devoción por nuestra Semana Santa y sus Cofradías. Pero, ¿Qué es para Jesús la Semana Santa? Es la ilusión del niño que de la mano de su Madre Maripaz, acompañaba cada Domingo de Ramos al Columna, es quemar incienso en cuaresma, es hartarse de andar, es dormir poco o nada la noche anterior, es mecer desde los catorce años al Cautivo de los Llanos”.
“Su María del Mayor Dolor, las Dolorosas del Nazareno o de la Reconciliación, el amado San Juan y a la excelsa Patrona. Además de ser costalero de las diferentes Hermandades de Medina, es también de la Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús del Amor y el Dulce Nombre de la vecina Ciudad de Chiclana de la Frontera.
“Es jaleo, es bulla, es felicidad al ver salir a tantas corporaciones en las calles de la trimilenaria Asido, con devotas colas detrás, es cada rosa blanca que pone a su Madre Santísima. Es querer ir más allá, es hacer de un sueño una realidad, es querer engrandecer aún más nuestra Semana Santa. Sueños que se han hecho realidad cuando con apasionados grupos de jóvenes han tomado el testigo de aquellos valientes cofrades que permanecen perenne en nuestra memoria y que, por no olvidarme de ninguno, prefiero no citar sus nombres. Dios me libre de caer en la desmemoria u omisión”.
“De tantas paradojas como tiene la vida, esta nunca podré olvidarla y digo esto, porque no se me podrá olvidar la tarde que llegó a mi casa, nuestro amigo Jesús anunciándome que el Consejo Local le había propuesto para Pregonero, siendo yo unos de los primero en saberlo y que yo tenía que ser su Presentador, me fue imposible negarme al verlo con la ilusión con la que veía en sus ojos, recordándome en cuestión de segundo, la tarde que estábamos arreglando el paso del Santísimo Cristo de la Buena Muerte en la Parroquia de Santiago, para la Estación de Penitencia del Viernes Santo, cuando Jesús solo contaba con diez años y me comentaba muy convencido de que el de mayor iba a ser Pregonero de la Semana Santa de Medina y que yo sería su Presentador, curioso verdad, pero cierto, lo tenías claro”.
“Tú me distes la oportunidad de presentarte hoy en este teatro, y yo te respondí con mi devoción entera. Por tanto, hoy llega el Pregón de un Cofrade, en el que se reúnen las condiciones y circunstancias precisas, para que pueda hacer, como estoy seguro que lo hará, la más bella y sentida interpretación de nuestra Semana Santa. Ahora sólo nos queda, aguardar con impaciencia la elocuente oratoria, de este tu Pregón, con la esperanza que sea un foco de luz para nuestro camino. Por fin ha llegado tu momento. ¡disfrútalo!”.
“Estas ante la chicotá de tu vida y tienes la suerte de contar con una parihuela repleta de costaleros de categoría, de preparados cofrades y ante todo de muchos, de muchísimos amigos, así que Jesús, vámonos cuando quieras que el atril te espera. tuya es la palabra pregonero”.
No fue un pregón, quizás al uso, pero sí una antología de lo mejor que se ha proclamado en ese atril en los últimos años. Ese género que inventó Medina, cambiado poco o nada, al que se le introdujeron fragmentos musicales, con la coral de Santiago. pero que pervive en una era analógica y anacrónica con los nuevos tiempos.
Una estética distinta del teatro y un aroma, una sensación, un formato probablemente diferente. Por eso el acto de este año especial ha sido un soplo de aire fresco. Un evento en el que volvieron a la vida algunos de los mejores pregones.
