"El vínculo que nos une a nuestra verdadera familia no es el de la sangre, sino el del respeto y la alegría en la vida del otro." La cita es de Richard Bach, el autor de “Juan Salvador Gaviota”. Esta frase bien podría ser el epígrafe del último libro de José Ramón Pérez Díaz-Alersi, "Memorias", presentado en un emotivo acto apenas unos días antes de que el autor alcanzara los 90 años. Este cuidado volumen, cuyo diseño editorial es obra de Fran Sánchez Mazo, reúne en catorce capítulos las vivencias de un gaditano ejemplar cuya vida ha sido un constante homenaje a la familia, la amistad y el compromiso con su ciudad.
En las páginas de "Memorias", José Ramón, conocido cariñosamente como Moncho, nos lleva de la mano por su infancia y juventud en Cádiz, marcada por el amor a su tierra y por los valores inculcados en el seno de su familia. El Colegio de San Felipe Neri, sus habilidades innatas para practicar deporte: fútbol, tenis y, sobre todo, hockey sobre patines en el mítico Patín Club La Laguna, preceden a los recuerdos de los primeros pasos en la universidad y su entrada en el mundo profesional como abogado. Un oficio al que llegó casi por herencia, siguiendo los pasos de su padre en el despacho de Topete 8, legado que más tarde recogieron sus hijos Marta y Juanma. De ahí, y sin dejar la abogacía, a sus fichajes como ejecutivo de “González de Peredo, S.A,”
Su compromiso social y político tiene un lugar destacado en la obra. Desde su papel en el Grupo Drago, que en 1975 reunió a gaditanos decididos a construir un futuro mejor para su ciudad, hasta su etapa en la UCD como concejal y diputado provincial. Su paso por la presidencia de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz resalta como una de las responsabilidades más relevantes de su vida pública, destacando su trabajo para resolver los problemas que el dragado de la canal de la Bahía había generado en la dársena gaditana.
Moncho también fue -y sigue siéndolo- un apasionado de los deportes náuticos, algo que le llevó a comprometerse con otro reto, el de capitanear el Real Club Náutico de Cádiz como presidente. Durante su mandato, no solo promovió innumerables actividades deportivas, sino que creó una auténtica familia en torno a los tripulantes de los distintos veleros "Pasay", con los que compartió travesías y regatas, siempre como un líder, un patrón querido y respetado.
Ya en su madurez, superados los 70 años, se embarcó en nuevas aventuras: su activa participación en el Ateneo de Cádiz, donde impulsó proyectos para conmemorar hitos históricos como el Bicentenario de la Batalla de Trafalgar y el Tricentenario de la llegada de la Casa de Contratación a Cádiz. Estas iniciativas no solo revitalizaron la memoria histórica de la ciudad, sino que reforzaron el vínculo emocional de Moncho con su tierra.
Uno de los capítulos más conmovedores del libro es, sin duda, el decimotercero: "Experiencias sobre el alzhéimer", en el que Moncho narra su relación con la enfermedad de su querida esposa, Marta Dorao Orduña. En estas páginas, el autor comparte las lecciones que le enseñó el día a día como cuidador, basadas en la medicina que él mismo bautizó como PACARRU: paciencia, cariño y rutina. Este capítulo es una muestra desgarradora de amor incondicional y resiliencia ante las adversidades, que conecta profundamente con el lector.
La presentación de "Memorias", celebrada en el Real Club Náutico de Cádiz, fue un homenaje a la figura de José Ramón y los valores que ha puesto en práctica a lo largo de nueve décadas. Rodeado de hijos, nietos, bisnietos, amigos de toda la vida y compañeros de aventuras, Moncho vio cómo su historia cobraba vida ante los ojos de quienes lo han acompañado en este viaje. La portada, con una elegante fotografía captada por su nieto Nicolás, y la cuidada maquetación, hacen de este libro no solo un testimonio biográfico, sino también un objeto de valor para quienes poseemos un ejemplar.
Este tercer libro de Moncho Pérez se une a los anteriores también biográficos, aunque no en primera persona, los entrañables relatos de las vidas de su abuelo Ramón Díaz-Alersi y su lejano tío Juan Manuel Pérez.
"Memorias" no es solo un recorrido por la vida de un hombre, sino un tributo a los lazos que nos definen y a la huella que dejamos en quienes nos rodean. En sus páginas, José Ramón Pérez Díaz-Alersi demuestra que, al final, lo más importante no son los logros ni los títulos, sino las personas que forman parte de nuestra historia.
Leer “Memorias” ha sido mucho más que adentrarme en la vida de Moncho; ha sido un viaje personal hacia recuerdos que llevo conmigo desde los 12 años, cuando conocí a esta familia que considero mi segunda casa. Las puertas siempre abiertas de la calle Brasil, las vivencias en Ruiloba o miles de millas a bordo del “Pasay” están ligadas a la figura de una persona querida y respetada, cuya amistad atesoro con orgullo. Moncho, con su vitalidad, compromiso y liderazgo, ha sido un ejemplo no solo para su generación, sino también para muchos de la nuestra, que hemos crecido inspirados por su vida. Junto a su inseparable Marta, han sido para mí dos referentes insustituibles durante más de 40 años, y es un honor seguir siendo testigo de su legado.
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