Los alumnos y alumnas del CEIP Santiago el Mayor de Medina Sidonia han recibido la visita a dos grandes deportistas de élite olímpicos que representan a nuestro país en los campeonatos del mundo, Europa y Juegos Olímpicos.
En el salón de actos del centro educativo, la jugadora de hockey, Yurena Panadero y el palista, Gonzalo García, en una de las modalidades de remo, donde España en una potencia mundial, ofrecieron una interesante charla, donde los jóvenes estudiantes recibieron nociones y pudieron conocer o aprender los sobre los valores Olímpicos, hábitos saludables y el valor del esfuerzo, del espíritu de superación de la tolerancia y sobre todo el valor de la derrota.
Ambos deportista insistieron que en sus disciplinas deportivas y el deporte en general es una actividad que implica valores humanos que ayudan al desarrollo personal y social de las personas.
“Algunos de los valores más importantes en el deporte son “El compromiso con la rutina de entrenamiento y las normas del juego. La perseverancia y la superación de los obstáculos y las limitaciones propias. La solidaridad y el compañerismo con los demás participantes, tanto del propio equipo como del rival. El respeto hacia las capacidades, las opiniones y los resultados de los otros, sabiendo ganar, empatar y perder con dignidad o La amistad y el disfrute de compartir una actividad común”.
Por otra parte, animaron a los alumnos y alumnas la práctica deportiva para mantener hábitos saludables que no son otros que “Mantener un peso correcto, con un porcentaje de grasa inferior al 20%. Beber agua con frecuencia. Nunca esperar a tener sed. Descanso nocturno correcto y largo. Mantener un horario planificado, según actividad o una alimentación balanceada y adaptada a la actividad física. Prestar atención a tu cuerpo y no sobreentrenar. Practicar normas saludables en la actividad física, como calentamiento y relajación o juegos, actividades y deportes como medio para mejorar la condición física. Conocer la rueda de los alimentos y las necesidades energéticas del deportista. Consumir hidratos de carbono, grasas y proteínas, así como vitaminas y minerales. O Mantener un ritmo de las comidas y una alimentación adecuada durante la competición.
Finalmente, ambos deportistas hablaron de como afrontar la derrota en la competición deportiva.
En este sentido subrayaron que “Una de las mayores dificultades de una carrera deportiva es el superar estos momentos tan duros en los que el deportista siente que “ha caído”, que no ha conseguido sus expectativas y que sus entrenamientos no le han llevado a la consecución de metas. Por lo tanto, siente innumerables emociones y sentimientos negativos que producen los pensamientos y las falsas creencias de no poder alcanzar el éxito”.
En estas etapas que forman parte del propio proceso del rendimiento deportivo, lo más importante es el seguir adelante y “volver a levantarse”, ya que el ser capaz de superar la fase de caída, es lo que desarrolla una mayor fuerza mental y física para volver a enfrentarse a las dificultades hasta que puedan superarse. Darse un tiempo para focalizar y asumir el fracaso puede ser positivo si lo logramos enfocar hacia un nuevo objetivo”.
En este caso después de una derrota. Coincidieron, “la meta tendría que ser más asequible que la que acabamos de perder, que suponga un primer paso que podamos lograr y no algo que cueste mucho trabajo, puesto que ahora es momento de recuperarse. La clave es que siempre podamos marcarnos una nueva meta”.
“El focalizar demasiado nuestro pensamiento en las victorias no es productivo. Celebrar medallas sin crecer deportivamente no sería un hecho emocionante. Los momentos más duros del fracaso se superan al observar en nosotros mismos cómo somos capaces de seguir consiguiendo pequeños objetivos. Es importante ver el progreso, no focalizarse en lo que no hemos conseguido sino en lo que somos capaces de hacer”.
“Entender el rendimiento deportivo como una curva que en determinados momentos crece, pero que en la mayoría de la vida deportiva se mantiene más lineal. Esto no quiere decir que estemos estancados o que sea prácticamente imposible conseguir el rendimiento óptimo, sino que para llegar a presentar un incremento de la curva se han tenido que superar grandes fases de entrenamiento físico, pero sobre todo mental. El desarrollo de esta capacidad física y mental es puro entrenamiento constante que se trabaja con autoconfianza, determinación, fijación de objetivos relacionados con nuestra mayor meta y puesta a punto de las medidas necesarias para ir superando cada fase. La derrota si se supera es por tanto un crecimiento psicológico para alcanzar y conseguir subir cada peldaño de nuestro rendimiento hasta llegar al último, vivir la victoria y llevar colgada una medalla, en este caso cargada de nuestro propio trabajo de superación y capacidad de conseguir si vine otra derrota una nueva victoria”.
Yurena Panadero nació en Las Palmas de Gran Canarias, pero tan 8 años llegó a la localidad gaditana de San Fernando para enamorarse de este rincón andaluz y de sus playas, que han sido su hogar desde entonces y el sitio donde conoció y se inició en el hockey antes de dar el salto a la elite nacional y a la selección española, de ahí su plena condición de deportista andaluza.
Adepta a deportes como el atletismo, el baloncesto o el tenis desde sus primeros años en las Canarias, quedó prendada del hockey casi nada más llegar a Cádiz. Fue en el Colegio Público Padre José Casal Carrillo donde retomó su recorrido académico y a raíz de la visita a las aulas de un monitor de hockey que enseñó los principios fundamentales de la disciplina dentro de una campaña local de captación de pequeños jugadores. Se formó en la cantera del hockey isleño, concretamente en los escalafones inferiores del Isla de León Hockey Club, entidad que junto al también extinto CH Amigos del Hockey catapultó la afición por este deporte en la comarca.
Años más tarde, la situación de crisis que afectó a ambos clubes motivó la fusión para evitar la desaparición del deporte del stick en la localidad y de ella nació el actual Club de Hockey San Fernando el 2 de junio de 2000.
No obstante, a consecuencia de este declive y antes de la afortunada solución, Yurena, luego de ocho campañas en San Fernando, tomó la dura decisión de dejar su entorno familiar y de amistades del Instituto Blas Infante para fichar por otro club y progresar en un deporte que ya se había convertido en el eje de su vida. Así, aún en edad juvenil y con 16 años recién cumplidos, recaló en el CD Universidad de Sevilla, que militaba en la División de Honor y dirigía el técnico isleño Juan Manuel Mas Ortiz, quien conocía a Yurena de su etapa en el Isla de León HC.
Así, en aquella primera temporada con las hispalenses (1999-2000) Panadero debutó en la máxima categoría nacional, se impuso en el Campeonato de España de Sala y, además, debido al nivel de juego exhibido fue convocada por la selección española sub-16 –también dirigida por Mas–, iniciando de esta forma una trayectoria internacional que luego glosaremos íntegramente y que, de entrada, ocasionó su incorporación al Centro de Alto Rendimiento de Madrid en el curso 2000-2001, donde además completó sus estudios.
De esta forma, la isleña abría una nueva etapa en su vida trasladándose a la capital de España, si bien esa campaña se mantuvo en la plantilla del Universidad de Sevilla, disputando el campeonato liguero de División de Honor y la Copa de Europa de Sala (8.º puesto) y viajando los fines de semana al sur para jugar con su equipo y, cuando era posible, visitar a la familia. Fue a raíz de la pérdida de categoría sufrida por el club sevillano al término de esa liga que, luego de estudiar varios ofrecimientos, fichó por el Club de Campo, cerrando su círculo de vinculación (club, selección y residencia) con Madrid.
En la señera entidad madrileña, la jugadora formada en la provincia de Cádiz, jugó durante 11 temporadas (2001-2002 a 2011-2012), prácticamente toda su vida deportiva, logrando casi todo lo que se puede alcanzar en el ámbito de club.
En el capítulo estatal, 6 títulos de liga de División de Honor (2004, 2007, 2009, 2010, 2011 y 2012), 6 copas de la Reina (2006, 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012) y 7 campeonatos de España de sala (2004, 2006, 2007, 2008, 2009, 2011 y 2012).
En competiciones europeas, se impuso en la Recopa de 2007 –primer triunfo de un equipo femenino español– y perdió las finales –por tanto, 2.º puesto– de la Recopa de 2009 y la Copa de Europa (EuroHockey Club Champions Cup) de 2008. En sala, en 2008 y 2010 se proclamó subcampeona de la Copa de Europa de Clubes y en 2005 ganó el Trofeo de Campeones, la segunda competición continental bajo techo.
Obviamente, a esta formidable trayectoria con el Club de Campo Yurena Panadero unió un amplio recorrido con la selección nacional, si bien hay que apostillar que nunca fue una jugadora de presencia consolidada. Tras la anteriormente reseñada internacionalidad sub-16, se sucedieron participaciones con los combinados sub-18 –Campeonato de Europa de Padua (Italia) en 2001– y sub-21, y el anhelado estreno con el equipo absoluto en el Torneo Cuatro Naciones de Argentina en 2000, que España se adjudicó y donde Yurena actuó con solo 17 años.
Posteriormente y después de una serie de convocatorias menores, la jugadora andaluza vivió sus mejores años con la camiseta nacional en 2007 y 2008, no en vano conquistó el 14 de febrero de 2007, en Viena (Austria), el subcampeonato del mundo de hockey sala –tras perder la final frente a Holanda (2-4)– y en el verano de ese mismo año alcanzó la 4.ª posición en el único Campeonato de Europa de Naciones que disputó, en Mánchester (Reino Unido). A la campaña siguiente, participó en el triunfo español en el durísimo Preolímpico de Azerbaiyán y, por consiguiente, en la consecución de la plaza en juego para el torneo olímpico de Pekín 2008, para el que el seleccionador nacional, Pablo Usoz, quiso contar con la jugadora formada en San Fernando.
A la capital china Yurena viajó junto a otras dos andaluzas, la almeriense Raquel Huertas y la malagueña Pilar Sánchez, además de María Jesús Rosa, Julia Menéndez, Rocío Ybarra, Bárbara Malda, Silvia Muñoz, Silvia Bonastre, María Romagosa, Marta Ejarque, Nuria Camón, María López, Montse Cruz, Esther Termens, Gloria Comerma y Georgina Oliva. Sin embargo, nuestra protagonista lo hizo en condición de reserva, como recambio directo en el caso de haberse producido una baja durante la competición, cosa que no sucedió, de forma que no llegó a debutar. España terminó 7.ª en la clasificación general.
Aunque no llegó a jugar, se sientió totalmente olímpica. Entrenó como sus compañeras, y lograron juntas clasificarnos para las Olimpiadas en Azerbaiyán y viajé a Pekín con la idea de que no iba a jugar, por eso creo que disfruté tanto de aquello.
Viví como una jugadora más cada partido y el tiempo que estaban con las chicas en la villa –las dos reservas dormían en un hotel, pero accedieron todos los días a la Villa Olímpica. Por eso, aunque obviamente le hubiera gustado jugar, no me quedé con mal sabor de boca”.
Así piensa Yurena Panadero, quien ha reconocido que aquella estancia en China transformó su percepción de las cosas –“fue increíble, el poder conocer otras culturas me cambió todo”–, circunstancia que más tarde definiría su rumbo personal.
En plena cúspide de su singladura deportiva tras la impactante experiencia olímpica, en enero de 2009 la andaluza sufrió una determinante lesión de rodilla –rotura del ligamento cruzado anterior y menisco– que le impidió jugar el resto de temporada y, por ende, la extrajo de golpe de los planes del seleccionador nacional para el europeo de ese año.
Nunca más volvería a alinearse con el equipo español de hierba, sí con el de sala –la especialidad predilecta de Yurena–, fundamentalmente en el Campeonato de Europa de Leipzig 2012 (7.ª clasificada).
De esta forma, llegó la primavera de ese año de 2012 en la que Yurena, a sus 28 años, después de 11 años en el Club de Campo, decidió dar un cambio a su vida y conocer otras ligas y otros lugares fuera de España, siendo el destino elegido Australia, país que desde la pubertad le había atraído especialmente. Presta a vivir una nueva experiencia, la andaluza marchó junto a su amiga Paula Dabanch a un equipo de la ciudad de Perth, el Riverside Lions, con el que jugó la campaña 2012-2013 en la Segunda División de la Liga Australiana.
Siendo el hockey un aspecto ya secundario de su vida y cumplida la aventura austral, Yurena regresó a Cádiz para jugar por primera y única vez en el CH San Fernando, al que ayudó a obtener la 3.ª plaza en el campeonato de Segunda División de la campaña 2013-2014, quedándose al borde del ascenso. A su conclusión de aquel curso, luego de estudiar y rechazar ofertas de los equipos Douai HC de Francia y HC Stuttgarter Kickers de Alemania, Yurena Panadero García, a sus 31 años, concluyó poner el punto final a su carrera como jugadora profesional en agosto de 2014.
De forma paralela, la canaria-andaluza realizó un ciclo formativo en Comercio y Marketing e inició, durante su estancia en Madrid, la carrera de Periodismo en la Universidad Complutense, que no llegó a completar, aunque en ocasiones ha colaborado con algunos periódicos y emisoras de radio.
Plenamente asentada en San Fernando al lado de su querida playa, tras tantos años fuera del hogar, ha seguido vinculada al CH San Fernando, a cuyos equipos benjamín, cadete y juvenil ha entrenado estos últimos años, amén de participar en charlas en colegios para captar nuevos valores del stick. Su pasión por el hockey la compagina con la que siente por su hijo Sergio, al que curiosamente lleva al mismo colegio donde ella estudió, y donde Yurena ha impartido también alguna lección de hockey como actividad extraescolar.
Por su parte Gonzalo García es sevillano es remero del Real Circulo de Labradores de Sevilla, donde entró en edad infantil e integrante de la selección española de Remo olímpico desde 2015
Entre todas las categorías cadetes, juvenil, sub 23 o absoluta ha sido campeón de España en varias modalidades, además de contar con cuatro medallas de plata y seis de bronce. Posee el récord de España cadetes en la modalidad de Remoergómetro.
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