Las estudiantes de la Acampada Estudiantil por Palestina de Cádiz han expresado su "decepción y preocupación por la falta de formalidad en relación a los acuerdos pactados" con la Universidad de Cádiz.
En la última reunión mantenida el 4 de junio con el rector y diversos vicerrectorados, "se llegó al acuerdo de que iban a enviar un documento con las demandas que en común fueron aceptadas por la propia institución universitaria". Las estudiantes han esperado un "tiempo prudencial de una semana y no han recibido documento alguno". Además, "cuando han intentado volver a contactar con el Equipo de Gobierno, no han recibido respuesta".
Los puntos acordados verbalmente "concernían a la denuncia explícita y pública del genocidio, junto al desarrollo de ayudas adaptadas a cada estudiante palestina en esta institución (siendo estas tanto económicas, como de inserción educativa y laboral)". Además, "la universidad se comprometió a dotar con 70.000 euros a la financiación del plan de acción". Se acordó del mismo modo que "la UCA no colaborará en el futuro con universidades israelíes bajo ningún concepto".
Hoy, jueves 13 de junio, y tras una semana de espera, "consideran que quedan prescritos los plazos planteados según lo establecido en dicha reunión". Esta realidad, junto con "las últimas acciones llevadas a cabo por Nuria Campos Carrasco (vicerrectora de Estudiantes)," las hacen "dudar de la propia palabra de una institución seria como se supone que es la Universidad de Cádiz".
A las estudiantes "se les concedió un espacio como punto de reunión definitivo abierto también a otras estudiantes, donde además poder depositar sus pertenencias en el contexto de la Acampada". Sin embargo, "en última instancia, se les denegó el acceso a este espacio a largo plazo".
Cuando fue comunicado a Nuria Campos, "tras un diálogo en el que parecía que se aclaraba lo sucedido, ésta exigió la identificación de todas y cada una de las integrantes de la Acampada". Declaró que "si querían mantener la comunicación con ella, bajo la premisa de buscar una relación horizontal" todas debían "proporcionarle sus datos personales".
Dentro de "los propios juegos burocráticos y de desinformación ante el personal de la universidad encargado de ofrecer el acceso a dicho espacio," se las trató desde el Vicerrectorado de Estudiantes "en unos términos que no habían sido los previamente pactados". Esta muestra de "desconfianza y falta de compromiso hacen, a su vez, desconfiar a las estudiantes de los presuntos acuerdos verbalmente pactados con la institución universitaria".
Al "no haberles llegado un documento que los corrobore por escrito ni existir un posicionamiento formal por parte de la UCA," las estudiantes "se ven obligadas a continuar con las movilizaciones para que se tomen medidas efectivas contra el genocidio en Gaza, a menos que la Universidad rectifique con la mayor brevedad posible".
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