Los 756 pollos de aguiluchos cenizos nacidos en Andalucía durante la primavera de este año inician su migración hacia África subsahariana, donde harán escala en distintos países como Marruecos, Mali, Senegal o Burkina Fasso, dependiendo del estado de la vegetación y de la disponibilidad de presas. Esta especie, catalogada como vulnerable en el Catálogo Andaluz y el Catálogo Español de Especies Amenazadas, regresará a Andalucía en primavera para anidar y reproducirse nuevamente.
La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha equipado a muchos de estos aguiluchos con dispositivos GPS-GSM, lo que permitirá realizar un seguimiento en tiempo real de su recorrido, tanto de ida como de vuelta, y de su estancia en África. Aunque la señal de estos emisores pueda perderse en algunas ubicaciones remotas, la tecnología facilita la obtención de datos sobre la afectación a la población y su impacto en el reclutamiento de individuos que vuelvan a Andalucía en temporadas de cría posteriores.
Desde 2015, la Junta de Andalucía ha implementado medidas de conservación de esta especie de rapaz, con un equipo compuesto por profesionales del sector público y privado, agentes de Medio Ambiente, miembros de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (AMAYA), auxiliares de campo, técnicos especialistas, personal de los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) y voluntarios ambientales. A pesar de los desafíos que enfrenta el aguilucho cenizo, su población ha mostrado cierta estabilidad en los últimos dos años, con un registro de 507 parejas reproductoras, 525 nidos y 756 pollos en Andalucía este 2024.
Esta ave rapaz, del orden Accipitriformes y familia Accipitridae, es la menor de las especies de aguiluchos en España, caracterizada por su cuerpo esbelto y sus alas y cola largas. Los machos adultos presentan un plumaje predominantemente gris con una línea negra que recorre las alas, mientras que las hembras muestran un color pardo con rayado marrón en la parte inferior de las alas. Los juveniles, por su parte, tienen una coloración similar a la de las hembras con tonos rojizos en la parte inferior. Estas coloraciones les permiten camuflarse entre los pastizales naturales y cultivos de cereales, donde anidan y crían a sus pollos.
El aguilucho cenizo habita principalmente en el sur de Europa, Asia central y ciertas zonas de la península ibérica, con concentraciones en Castilla y León, Extremadura y Andalucía. A nivel global, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) calcula que hay entre 300.000 y 550.000 ejemplares maduros de esta especie, que enfrenta una tendencia decreciente debido a la pérdida de hábitat, cambios en el uso de suelo y tratamientos agrícolas.
A partir de mediados de julio, los aguiluchos cenizos adultos y juveniles migran hacia zonas de invernada en África subsahariana, el subcontinente indio y Sri Lanka. Gracias a los emisores satelitales y gps-gsm, se procura analizar el impacto de las amenazas en sus zonas de invernada y su efecto en la dinámica poblacional. La conservación de esta especie depende, en parte, de las tierras agrícolas de titularidad privada donde nidifican, lo que requiere colaboración entre la Administración y los propietarios para evitar la destrucción de los nidos antes de que los pollos puedan volar.
Estas medidas de conservación se enmarcan en el 'Programa de Seguimiento y Protección del Aguilucho Cenizo en Andalucía', llevado a cabo por la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía desde 2015.
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