Las fuertes lluvias que azotaron La Línea de la Concepción durante la Semana Santa provocaron la suspensión y acortamiento de varias estaciones de penitencia, resultando en un impacto económico negativo para la ciudad. El alcalde Juan Franco expresó su pesar por la situación, subrayando el esfuerzo realizado por las hermandades y cofradías, así como por los servicios municipales de Seguridad, Limpieza y Mantenimiento Urbano, coordinados por la delegación de Fiestas.
A pesar de la preparación, solo la hermandad del Silencio completó su recorrido el Lunes Santo. Otras, como Angustias y Gran Poder el Jueves Santo, y la Borriquita y Flagelación el Domingo de Ramos, tuvieron que acortar sus procesiones o regresar prematuramente. Además, el Miércoles Santo vio la total suspensión de las procesiones. Franco destacó la decepción por no poder llevar a cabo plenamente una tradición tan arraigada y significativa para la comunidad, y mencionó las consecuencias económicas adversas para sectores como la hotelería, la restauración y el transporte. El alcalde mantiene la esperanza de que eventos futuros en primavera puedan compensar las pérdidas sufridas.
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