El sindicato CSIF ha denunciado los incumplimientos y la gestión por parte de la Administración sanitaria, tras conocerse que no se renovarán numerosos contratos de profesionales de diferentes categorías en el Distrito Sanitario Bahía de Cádiz-La Janda, dejando a los centros de atención primaria con una dotación mínima. Estos trabajadores, contratados como refuerzos Covid durante la pandemia, no pasarán a formar parte de las plantillas estructurales, como se comprometió el Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Según CSIF, no se renovarán contratos a ningún auxiliar administrativo ni técnico de cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), y se reducirá en un 80% el número de celadores-conductores, pasando de 57 a 11 en toda la zona. En los municipios de Benalup, Paterna y Alcalá de los Gazules, los equipos de guardias, que incluían a un médico, un enfermero y un celador conductor, volverán a estar compuestos por solo dos personas, eliminando la figura del celador-conductor. En La Longuera (Chiclana), Pinillo Chico (El Puerto) y Tomás del Valle (San Fernando), se perderán los refuerzos de celadores-conductores de los fines de semana.
CSIF destaca que no se renovará ningún contrato de auxiliar administrativo, aunque se incorporarán 24 administrativos como personal estructural. El pacto de mejora de la Atención Primaria del SAS contemplaba la contratación de 411 administrativos a nivel autonómico, eliminando a los auxiliares administrativos sin facilitar su paso a la categoría superior. "Este paso de una categoría a otra superior es una de las reclamaciones de CSIF que está abanderando en las concentraciones que se han llevado a cabo en las últimas semanas", señaló la sección sindical del Distrito Sanitario.
CSIF ya ha denunciado en semanas anteriores que las promesas del SAS para consolidar a los contratados como refuerzos durante la pandemia "es papel mojado". De los 20.000 profesionales contratados en toda Andalucía, solo quedan 7.000, y de estos, el SAS solo pretende contratar a 2.000 como puestos estructurales, mientras que 3.000 solo cubrirán vacaciones en verano y 1.600 se quedarán sin empleo.
Desde CSIF se subraya que "todo este personal sigue siendo necesario para que el servicio asistencial mantenga la calidad que requiere y merece la ciudadanía". Por ello, acusan a la Administración sanitaria de llevar a cabo "un desmantelamiento del servicio público de salud, maltratando a sus profesionales, que trabajan en una constante incertidumbre, en situaciones de precariedad y de temporalidad, si no acaban directamente en el paro".
Este escenario se produce en vísperas del verano, cuando la población se multiplica en los municipios costeros, y "ni siquiera conocemos cuál va a ser el plan de vacaciones, para suplir las ausencias de los profesionales que se produzcan en los próximos meses", destacaron desde CSIF.
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