La Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz ha intensificado sus esfuerzos para prevenir la venta irregular e ilegal de artículos pirotécnicos, especialmente en las numerosas ferias de la provincia. Este dispositivo, dirigido y coordinado por la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia, ha tenido como objetivo erradicar o reducir los accidentes asociados a la manipulación de estos artefactos, protegiendo especialmente a los menores.
En el marco de este operativo, la Guardia Civil ha inspeccionado 28 establecimientos sospechosos de vender ilegalmente productos pirotécnicos, resultando en la aprehensión de 888 cajas, equivalentes a 44.400 unidades de artificios pirotécnicos. Además, se han interpuesto 24 denuncias por infracción administrativa a establecimientos que realizaban ventas ilícitas o presentaban irregularidades en la venta de estos productos, dirigidas a la Subdelegación del Gobierno.
El dispositivo especial se ha desplegado durante las fechas previas a las celebraciones navideñas y también antes y durante las ferias que se llevan a cabo en la provincia de Cádiz. El objetivo es prevenir incidentes graves derivados de la manipulación de petardos y otros artículos pirotécnicos.
La mayoría de las intervenciones se han realizado en puestos ambulantes situados en las ferias o en sus proximidades. La Guardia Civil ha actuado en municipios de la comarca de la Bahía de Cádiz, la Costa Noroeste y la Sierra para evitar la venta indiscriminada de estos artefactos en locales que no cuentan con la autorización correspondiente.
La Guardia Civil de Cádiz ha recordado que, para comercializar artefactos pirotécnicos, los establecimientos deben disponer de la licencia de apertura y deben informar a la Guardia Civil de la venta de estos artículos, así como contar con el epígrafe fiscal pertinente. En establecimientos especializados, se han detectado infracciones como el almacenamiento incorrecto de cajas fuera del depósito autorizado y la accesibilidad inadecuada de material al cliente.
Se ha enfatizado que los comercios no autorizados solo pueden vender bengalas y otros artificios de la clase F1, excluyendo los truenos de impacto, y siempre y cuando hayan hecho la oportuna comunicación a la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil. Además, se prohíbe almacenar más de cinco kilos netos de este tipo de material debido a su carácter altamente inflamable.
Finalmente, la Guardia Civil ha recordado que ni siquiera se pueden vender las tradicionales 'bombetas' que los padres suelen comprar a sus hijos en kioscos o puestos ambulantes, reforzando así las medidas de seguridad para prevenir accidentes.
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