El Hospital Universitario de Puerto Real ha sido escenario esta mañana de un simulacro que ha planteado tres escenarios en los que profesionales sanitarios de diferentes categorías son víctimas de una agresión en las Urgencias del centro. El ejercicio es una de las medidas preventivas propuestas en la última reunión de coordinación de la comisión provincial contra las agresiones a profesionales de centros sanitarios, celebrada el pasado abril, presidida por la Delegación Territorial de Salud y Consumo, y está contemplado en el Plan de Prevención y Atención del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
El simulacro de hoy es fruto de un trabajo previo en el que se determinaron las situaciones y el perfil del agresor, los medios necesarios, las categorías profesionales implicadas y los aspectos a evaluar. También se realizó una reunión de coordinación de las categorías profesionales participantes, con reparto de tareas e información a los responsables de las unidades y servicios que pudieran verse afectados.
En el Hospital Universitario de Puerto Real se desarrollaron tres escenarios de agresión diferentes en la sala de Observación de Urgencias. En el primer supuesto, un paciente en la sala de espera se altera y solivianta al resto de usuarios presentes, siendo los afectados personal de Enfermería y celadores. En el segundo, en consulta, el agresor fuera de control lanza objetos y causa daños en el mobiliario, en presencia de TCAE, Enfermería y un facultativo. En el último escenario, en la sala de Rayos, un usuario acorrala y amenaza de agresión física a la técnica especialista en Radiología que va a atenderlo.
Las condiciones del simulacro establecieron que en ninguno de los tres supuestos podían participar los vigilantes de seguridad y que en los dos primeros no se podía hacer uso del dispositivo de alarma individual, aunque sí en el último. Los objetivos de este ejercicio eran evaluar si los profesionales pueden gestionar este tipo de situaciones y sus habilidades para desescalar momentos de tensión, evitando un incremento en la crispación. En el tercer escenario, se analizó la destreza y prontitud del profesional agredido en solicitar ayuda y la inmediatez de la respuesta de sus compañeros.
Para la realización con éxito de este simulacro se implicaron el interlocutor policial sanitario, la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales, la Comisión de la Dirección, el personal de todas las categorías, cargos intermedios del Servicio de Urgencias y miembros de la comisión provincial contra las agresiones. En la reunión de la comisión provincial en la que se planteó esta iniciativa se acordó que sirva de modelo para realizarlo en otros centros de la provincia. La comisión, presidida por la delegada territorial de Salud y Consumo, Eva Pajares, cuenta con la participación del interlocutor sanitario, interlocutores de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, la asesoría jurídica y la Secretaría General de la Delegación Territorial de Salud y Consumo, así como los referentes en materia de agresiones de los hospitales, distritos, áreas sanitarias y el Centro de Emergencias Sanitarias 061 de la provincia.
El Plan de Prevención y Atención a las Agresiones se puso en marcha en 2020 tras el acuerdo unánime de la Mesa Sectorial de Sanidad para encontrar puntos de mejora que redunden en una disminución de estos ataques. En virtud de este plan se ha creado la figura del 'profesional guía', que tiene el objetivo de acompañar, asesorar en los trámites y dar apoyo al trabajador que sufre una agresión, habilitando canales ágiles y rápidos para que la persona víctima de una agresión no esté sola momentos después de sufrirla. Además, se facilita atención psicológica durante el tiempo que sea necesario, reforzando las medidas de seguridad en los centros sanitarios y mejorando la coordinación entre los interlocutores policiales, sanitarios, los directivos de los centros y las asesorías jurídicas provinciales.
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