La intervención de reparación y conservación de la Torre de la Atalaya en Jerez de la Frontera ha concluido con la retirada del andamiaje que cubría este Bien de Interés Cultural. Las obras han sido ejecutadas por la empresa Frival Servicios Integrales S.L, con un presupuesto de 80.195 euros subvencionados por la Diputación Provincial de Cádiz.
La intervención se ha centrado en consolidar una zona muy deteriorada de la Torre, evitando una limpieza completa de la piedra que hubiese implicado una obra más profunda y costosa. El mortero utilizado es el mismo que se empleó en la recuperación de la fachada de la Iglesia de San Dionisio, adosada a la Torre, y se espera que se oscurezca y homogeneice con el tiempo.
Los trabajos, que comenzaron en abril, han incluido la reparación de diversos elementos dañados, como merlones, pretiles, sillares, y la corrección de grietas y fisuras en la estructura. Además, se han mejorado los revestimientos exteriores, se ha limpiado y consolidado la piedra en áreas específicas, y se han realizado trabajos de estanqueidad en fachadas y cubiertas para eliminar la humedad por filtración.
El siguiente paso será elaborar un proyecto integral que permita la revalorización de este monumento histórico, propiedad del Ayuntamiento de Jerez, y su futura apertura a las visitas.
El teniente de alcaldesa delegado de Presidencia y Centro Histórico, Agustín Muñoz, y la delegada de Urbanismo, Belén de la Cuadra, han subrayado que esta actuación "de urgencia" era necesaria para frenar el deterioro de esta edificación civil de mediados del siglo XV y proteger su integridad. Además, han explicado que "la idea ahora es elaborar una propuesta de intervención completa para poner en valor el monumento".
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