El Ayuntamiento de Barbate ha celebrado una Junta Local de Pesca Extraordinaria para abordar la situación crítica a la que se enfrenta el municipio debido a los recortes en las cuotas de pesca de boquerón propuestos por la Comisión Europea. Esta reunión contó con la presencia de autoridades locales y representantes del sector pesquero, quienes manifestaron su preocupación por el impacto que estas medidas tendrían sobre la economía local.
Tras la junta, un centenar de personas se concentraron para mostrar su apoyo al sector pesquero, donde se leyeron dos manifiestos que reflejaron la preocupación generalizada por las medidas planteadas. Durante la sesión, los representantes del sector pesquero destacaron que llevan años enfrentando las consecuencias de las políticas europeas, que han reducido drásticamente la actividad en el Golfo de Cádiz. Subrayaron que las nuevas restricciones, basadas en informes científicos cuya validez ha sido cuestionada, no solo afectarían a los pescadores, sino a toda la cadena productiva asociada a la pesca.
El alcalde de Barbate, Miguel Molina, leyó un manifiesto institucional en el que expresó el "total rechazo" del Ayuntamiento a los recortes del 56% en la cuota de boquerón para el Golfo de Cádiz, y reafirmó el "apoyo incondicional" al sector pesquero local. Molina advirtió que la medida, si se aprueba, paralizaría prácticamente la flota pesquera de cerco del municipio, afectando a más de 200 familias que dependen directamente de esta actividad, además de otras 600 personas vinculadas a sectores auxiliares como transportistas y trabajadores de la lonja. Según el alcalde, el impacto económico sería devastador para un municipio cuya economía depende en gran medida de la pesca.
El manifiesto también denunció que la flota de cerco de Barbate ha pasado de 70 a apenas 20 embarcaciones en las últimas décadas, como consecuencia de las políticas restrictivas. El sector ha logrado sobreponerse a la pérdida del caladero de Marruecos, pero las nuevas propuestas europeas podrían poner en riesgo la supervivencia de muchas empresas y la identidad pesquera del municipio.
Por su parte, Juan Verdugo, representante del sector pesquero, criticó duramente la gestión de la Comisión Europea, indicando que tras ocho años bajo un plan de gestión con cuotas y TACS para recuperar el boquerón, la situación no ha mejorado. Los pescadores exigieron que se realicen estudios rigurosos antes de tomar decisiones que amenacen con la desaparición de la actividad pesquera en Barbate.
Finalmente, el sector rechazó la idea de fusionar el caladero del Golfo de Cádiz con el Algarve portugués, ya que las condiciones y necesidades de ambos territorios son distintas. Tanto el Ayuntamiento como el sector pesquero coincidieron en que las medidas de la Comisión Europea pondrían en peligro la economía y las tradiciones de Barbate.
Al término de la concentración, el alcalde reafirmó su apoyo al sector y a las familias afectadas, y llamó a la ciudadanía a permanecer unida en defensa de su patrimonio pesquero.
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