El Parque Batalla del Trocadero, situado en el Río San Pedro de Puerto Real, ha sido el escenario de una nueva iniciativa que combina la preservación histórica con la sostenibilidad. Los fustes de pinos quemados, provenientes de un incendio ocurrido el pasado año en el Caño de la Cortadura, han sido reutilizados para decorar este espacio público. Estos árboles formaban parte del único vestigio que queda de los sistemas defensivos de la Batalla del Trocadero.
El concejal de Arbolado de Puerto Real, Antonio Gil, explicó que esta acción tiene como objetivo no solo embellecer el parque, sino también promover el compromiso con la economía circular. Recordó que la obra defensiva del Caño de la Cortadura, concluida en julio de 1813, fue originalmente completada con la siembra de grama y pinos piñoneros del Puerto de Santa María, según documentación histórica.
"Hoy, hemos querido recuperar parte de esos pinos emblemáticos que se quemaron y reutilizarlos en el parque, otro lugar emblemático, simbolizando un compromiso con la economía circular y la sostenibilidad, y a su vez, contribuyendo a decorar este entorno", afirmó Antonio Gil.
Esta medida se enmarca dentro de una serie de acciones que la delegación municipal de Arbolado está llevando a cabo para promover la sostenibilidad, como la reutilización de cartones para alcorques, materiales triturados, y la construcción de casetas para aves con madera reciclada. Además, estas iniciativas también se están aplicando al mobiliario urbano, fomentando un entorno más consciente y respetuoso con el medio ambiente en Puerto Real.
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