El emblemático hotel 'Al Medina Spa', único en su categoría de cuatro estrellas en la comarca de La Janda interior, ha cerrado sus puertas y ha sido puesto a la venta. Desde hace una semana, una pancarta de grandes dimensiones anuncia la disponibilidad del inmueble, conocido por ser uno de los puntos de referencia del turismo en Medina Sidonia. En toda la comarca, este es el único hotel de cuatro estrellas, y solo en Conil existen otros establecimientos de la misma categoría en la costa jandeña.
Los motivos del cierre y la posterior venta del 'Al Medina Spa' están vinculados a una serie de problemas que han afectado al hotel desde su construcción, iniciada en junio de 2004. Según datos aportados por fuentes a portaldecadiz.com, una mala gestión por parte de la empresa promotora Hogarsol, junto a la crisis económica que ha golpeado al país en la última década, y agravada por los efectos de la pandemia del Covid-19, terminaron por forzar la clausura del establecimiento.
El proyecto del hotel fue presentado inicialmente al Pleno de la Corporación Municipal de Medina Sidonia, que lo aprobó tras un periodo de exposición pública. La construcción del complejo comenzó con una inversión prevista de 2.275.000 euros y estuvo a cargo de la empresa Hogarsol, bajo la supervisión de los arquitectos Carlos Sánchez Polack Morate y Miguel Ángel Guardiz Fernández. El hotel, situado en la Avenida del Mar, salida hacia Chiclana, forma parte de la manzana A del Plan SAU-3 (Suelo Apto para Urbanizar).
Originalmente bautizado como 'Montesidón', el hotel fue concebido con 38 habitaciones dobles, todas equipadas con baño, algunas de ellas con salitas anexas, y cuatro suites. Entre los servicios ofrecidos, el complejo cuenta con una discoteca, jacuzzi, piscina en la terraza, pista de pádel, bar-restaurante y garajes, con una superficie total construida de 4.053,63 metros cuadrados. Además de las habitaciones, el hotel dispone de amplias instalaciones para el ocio y la celebración de eventos, incluyendo un bar-restaurante de 507,16 metros cuadrados y un garaje de 670,82 metros cuadrados.
El acceso principal al hotel se encuentra en la carretera de Chiclana, desde donde se distribuyen las entradas tanto para los huéspedes como para los usuarios del bar y el restaurante. El hotel se organiza en tres plantas: sótano, planta baja, primera y cubierta. En el sótano, además de garajes y almacenes, se encuentran 14 habitaciones, una sala de estar con televisión, cámaras frigoríficas, la maquinaria del ascensor y una discoteca equipada con guardarropa y baños. En la planta baja se sitúan el hall de entrada, la recepción, un salón comedor, la cafetería y la cocina. La planta primera alberga una zona de circulación general y 10 habitaciones adicionales, todas con baño privado. Por último, en la cubierta, se encuentra una piscina con vistas panorámicas.
Las habitaciones, diseñadas con unas dimensiones mínimas de 16 metros cuadrados y baños de 4,5 metros cuadrados, ofrecen vistas hacia el casco histórico de Medina Sidonia, con orientación sur, y disfrutan de una ubicación privilegiada que permite apreciar las vistas del conjunto monumental asidonense y toda la bahía de Cádiz.
Cuando el hotel fue inaugurado, se creó con la expectativa de generar empleo en la zona. El complejo proporcionó 16 puestos de trabajo fijos y 14 eventuales, además de ofrecer locales comerciales y amplios salones para la celebración de todo tipo de eventos, como congresos y reuniones profesionales. Su localización, a tan solo 20 minutos de las playas de Chiclana, Conil, Barbate y Vejer, hizo del hotel un punto estratégico para el turismo de calidad.
El desarrollo de este proyecto fue posible gracias a la modificación de las Normas Subsidiarias de Planeamiento municipal (NN.SS.), que permitió la recalificación de los terrenos, originalmente clasificados como rústicos, para hacerlos aptos para la construcción urbana. Esta modificación fue aprobada por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, y su aprobación fue inscrita en el Registro Municipal de instrumentos de planeamiento urbanístico, así como en el Registro de la Comunidad Autónoma. La transformación de estos terrenos fue vital para que el hotel pudiera construirse en el área seleccionada.
El hotel también se benefició de diversas subvenciones y ayudas provenientes de la Unión Europea, a través del fondo FEOGA-O, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y de programas como el Leader + y Andalucía Emprendedores Rurales, gestionados por la Asociación del Grupo de Desarrollo Rural de Los Alcornocales. Sin embargo, a pesar de estas ayudas y los esfuerzos de las empresas que han gestionado el hotel a lo largo de los años, los problemas económicos persistieron hasta el punto de hacer inviable su operación.
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