Gibraltar no dispone de un sistema de depuración de aguas residuales y aún no tiene ningún proyecto en desarrollo para gestionar sus "aguas negras". Como resultado, más de 1 millón de metros cúbicos de aguas sucias, que incluyen toallitas, compresas y otros residuos, son vertidos al Estrecho de Gibraltar, afectando directamente la Zona de Especial Protección del Estrecho Oriental, en la proximidad de Punta Europa.
La organización Verdemar-Ecologistas en Acción ha denunciado que estos residuos están siendo arrastrados por las corrientes hacia el Mar de Alborán y las playas de la Bahía de Algeciras. A través de sus colaboradores, han recogido grandes cantidades de basura, incluidas toallitas y compresas, mediante artes de pesca en los fondos marinos cercanos a la zona de Punta Europa.
Según los ecologistas, la falta de un plan para la depuración de aguas residuales en Gibraltar está poniendo en peligro la biodiversidad del Estrecho, afectando no solo al medio ambiente, sino también a la pesca artesanal, los caladeros y la salud de los bañistas.
Verdemar-Ecologistas en Acción ha elevado estas denuncias a organismos internacionales, exigiendo medidas para detener los vertidos de residuos sin control en el Estrecho de Gibraltar.
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