Durante la segunda jornada del I Congreso Internacional sobre Cambio Climático, CLIMA, que se celebró en Jerez de la Frontera los días 24 y 25 de octubre de 2024, se abordaron los desafíos que el cambio climático plantea a los bosques andaluces. En este evento, el director general de Política Forestal y Biodiversidad de la Junta de Andalucía, Juan Ramón Pérez Valenzuela, participó en la mesa titulada 'Bosques y Cambio Climático' junto a Marta Ballesteros, de Milieu; Jordi Juanós, director de la Fundación Plant for Planet; y Manuel Parga Landa, director de Sostenibilidad del Comité Olímpico Español.
Pérez Valenzuela presentó diversas iniciativas impulsadas por la Administración andaluza, destinadas a adaptar los bosques de la región a los efectos del cambio climático. En su intervención, subrayó la importancia de la futura Ley de Montes de Andalucía, actualmente en proceso de tramitación, que, según sus palabras, "dotará a nuestros bosques de las herramientas necesarias para resistir y adaptarse a un clima cambiante". Además, mencionó las acciones ya en marcha en los montes andaluces, destacando sus beneficios para la conservación del medio ambiente, la biodiversidad y los municipios rurales.
El director general expuso los efectos visibles del cambio climático en los bosques de Andalucía, tales como el aumento constante de las temperaturas y las sequías recurrentes. Citó como ejemplo el estrés hídrico que afecta a muchas especies arbóreas, especialmente en áreas montañosas como Sierra Nevada, lo cual compromete la estabilidad de los ecosistemas y la biodiversidad.
Además, alertó sobre la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos, que han impactado negativamente en masas forestales relevantes, afectando a especies autóctonas como la encina, el alcornoque y el pinsapo. "El pinsapo es un símbolo de nuestros bosques mediterráneos y su conservación representa fielmente el reto que afrontamos en la gestión del rico patrimonio natural de Andalucía", señaló Pérez Valenzuela.
Entre las estrategias incluidas en la futura Ley de Montes, destacó la "gestión adaptativa", un enfoque que busca anticiparse a los cambios futuros, permitiendo a los ecosistemas forestales soportar mejor los impactos del cambio climático. Algunas de las medidas propuestas incluyen el ajuste de la densidad arbórea, que facilita el acceso de los árboles a recursos hídricos al reducir la competencia entre ellos, y la ordenación de los aprovechamientos forestales.
Pérez Valenzuela también mencionó otras iniciativas del Plan Forestal Andaluz, que se ha actualizado recientemente para enfrentar los desafíos climáticos. Estas acciones incluyen tratamientos forestales que fomentan la regeneración natural y la diversidad de especies, con el objetivo de incrementar la resiliencia de los bosques. En este contexto, se refirió a la importancia de los servicios ecosistémicos que ofrecen los bosques, como la captación de agua, la regulación climática y la capacidad de almacenamiento de carbono, esenciales para la economía local y la calidad de vida en áreas rurales.
Una medida innovadora mencionada durante la ponencia fue la "migración asistida de especies", que permitiría reubicar especies forestales en zonas más adecuadas para su supervivencia ante las nuevas condiciones climáticas. Esta estrategia, aunque genera debate en la comunidad científica, es vista como una forma de preservar especies en riesgo en sus ubicaciones originales.
Finalmente, Pérez Valenzuela destacó la necesidad de continuar investigando los efectos del cambio climático en los ecosistemas forestales, haciendo un llamamiento para apoyar proyectos de investigación y colaboración internacional que permitan diseñar soluciones sostenibles y efectivas a largo plazo.
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