USTEA ha denunciado que se ha vuelto a poner en riesgo a familias y docentes de diversas localidades de la provincia de Cádiz ante las decisiones de suspensión de clases por la alerta naranja. Según informa el sindicato, el 13 de noviembre, alrededor de las 21:30 horas, la Delegación de Desarrollo Educativo de Cádiz comunicó la lista de poblaciones en las que se suspenderían las clases el 14 de noviembre debido al peligro derivado de la alerta naranja.
El 14 de noviembre, a las 11:00 horas, un nuevo comunicado amplió la lista de municipios afectados, añadiendo localidades en la Sierra de Cádiz y zonas rurales del Campo de Gibraltar. Sin embargo, en varios de estos centros educativos donde se estaban impartiendo clases, las autoridades indicaron que “en localidades donde se iniciaron las clases y han entrado en alerta naranja, el alumnado y docentes permanezcan aislados en sus centros porque es más seguro que suspender clases ahora”.
El sindicato resalta que esta situación ha generado riesgos para el profesorado, en particular para aquellos que se desplazaron a estas localidades y se encontraron con condiciones adversas. Las localidades mencionadas en la denuncia incluyen Grazalema, El Bosque, Prado del Rey, Puerto Serrano y Ubrique, donde la alerta naranja representa una amenaza considerable.
USTEA insiste en la necesidad de cumplir con la normativa de prevención de riesgos laborales y exige que se justifiquen las faltas de asistencia de aquellos que no pudieron acudir a sus puestos de trabajo debido a situaciones de riesgo.
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