Una nueva vivienda en Medina Sidonia ha eliminado el color albero de sus cornisas y se ha pintado completamente de blanco, en línea con el reclamo de numerosos vecinos que buscan preservar el carácter histórico de este pueblo blanco de la provincia de Cádiz. La iniciativa forma parte de un esfuerzo mayor que incluye demandas para eliminar el uso de colores como el albero en fachadas y zócalos, así como para instalar tejas morunas en las cubiertas, una característica que, según el profesor y escritor Miguel Roa, refleja mejor la identidad local.
Los vecinos, liderados por Daniel Caballero, han pedido embellecer las fachadas con macetas y jardineras, siguiendo tradiciones que aún se conservan gracias a familias como las de Juana Ballestero, Pepi Luna y Tinita Astorga, entre otras. Incluso ciudadanos de otros países, que se han trasladado a vivir al municipio, se han unido a este esfuerzo colectivo. Según los impulsores de la iniciativa, “cada vez son más los vecinos que colaboran con la idea de que Medina Sidonia sea un pueblo blanco, con encanto”.
No obstante, denuncian que siguen apareciendo nuevos zócalos de colores, molduras pintadas en tonos llamativos y bases de lozas vidriadas cerca de monumentos históricos. Entre los responsables de estas modificaciones se incluyen instituciones como el Ayuntamiento y el Obispado de Cádiz. Ambas entidades fueron señaladas por haber pintado de albero el salón cultural de la calle Muro y la entrada al claustro de la Iglesia Parroquial de Santa María la Coronada, un edificio histórico-artístico desde 1931. Tras las críticas, se restituyó el blanco tradicional en ambos casos.
Los vecinos recuerdan que años atrás se propuso un plan de embellecimiento para el casco histórico, desarrollado por arquitectos locales, que buscaba definir parámetros estéticos claros. Este plan, según lamentan, nunca se implementó, lo que ha generado inconsistencias en el cumplimiento de las normas. Uno de los vecinos señaló que "es una falta de respeto monumental que mientras unos pintan sus fachadas de blanco y cumplen con el plan, otros lo ignoren bajo la mirada de las autoridades municipales".
Un ejemplo de esta problemática es el de un vecino que adquirió una vivienda en la calle Torreón con un zócalo marrón chillón. Aunque solicitó a los vecinos cambiarlo a blanco, no logró consenso y solo pudo pintarlo de gris como solución intermedia. Este residente manifestó su deseo de que en el futuro se adopte el blanco en su totalidad. En su opinión, la falta de un plan claro y de acciones contundentes por parte de las autoridades ha permitido estas irregularidades.
La situación también afecta a edificios emblemáticos como la Iglesia Mayor de Medina Sidonia. José Ángel Sánchez Guerrero expresó su descontento con el uso del color albero en este monumento, calificándolo como “una aberración y humillación arquitectónica”. Aunque la pintura fue corregida, criticó la tendencia de usar un color que considera ajeno a la tradición del pueblo y que asocia únicamente a Sevilla tras la Exposición de 1929.
Los vecinos añoran las imágenes antiguas del municipio, cuando todas las casas estaban encaladas de blanco, y piden medidas para recuperar esta estética que consideran fundamental para mantener la identidad de Medina Sidonia como un auténtico pueblo blanco de la provincia de Cádiz.
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