El Código Ictus ha sido activado en 499 ocasiones en la provincia de Cádiz desde que el Centro Andaluz de Teleictus (CATI) comenzó a operar en 2019. Este sistema, que integra los servicios de emergencias extrahospitalarias, hospitales con Unidad de Ictus y el Servicio Andaluz de Salud (SAS), tiene como objetivo reducir los tiempos entre la detección de un ictus y el inicio del tratamiento. En la provincia gaditana, esta implementación ha permitido que prácticamente toda la población tenga acceso a un centro hospitalario a menos de una hora de distancia para recibir tratamiento fibrinolítico, crucial en casos de ictus agudo.
El ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la principal causa de discapacidad física en España, afectando cada año a 21.000 personas en Andalucía. Gracias al sistema de Teleictus, implementado en 33 hospitales andaluces y hospitales de alta resolución (HAR), un neurólogo vascular evalúa de forma remota a los pacientes que llegan a hospitales sin especialistas de guardia. Este modelo, basado en telemedicina, utiliza radiología digital y videollamadas para determinar el tratamiento adecuado, como fibrinólisis intravenosa o trombectomía mecánica.
Desde la creación del CATI, se han atendido casi 7.500 casos en Andalucía, con Sevilla liderando las cifras con 1.889 activaciones del Código Ictus, seguida por Almería y Jaén. En el caso de Cádiz, el sistema ha facilitado una mejora notable en el acceso a tratamientos y tiempos de respuesta, especialmente en áreas anteriormente distantes de los centros especializados.
Las intervenciones en fase aguda, como la fibrinólisis y la trombectomía, han demostrado reducir significativamente los riesgos de muerte y dependencia, con reducciones relativas del 11% y 26%, respectivamente, según ensayos clínicos. En la provincia de Cádiz, estos avances son clave para enfrentar los desafíos de una población envejecida y en aumento.
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