Las intensas lluvias de los últimos días, que han dejado casi 200 litros por metro cuadrado en Villaluenga del Rosario, han provocado que la catarata de El Chorrero vuelva a rugir con toda su fuerza. Este salto de agua, con una caída de más de 100 metros y un caudal de más de 2.925 litros por segundo, ha recuperado su esplendor, ofreciendo un espectáculo natural único en la Sierra de Cádiz.
El Chorrero se forma en el cauce del arroyo de la Higuerela, entre los parajes del Quejigal y el Rincón de Nieto, antes de unirse al arroyo de la Garganta de Barrida. Su naturaleza estacional hace que solo esté activo tras lluvias significativas, por lo que su impresionante estampa no se puede disfrutar durante todo el año. La combinación del entorno kárstico de la zona y las precipitaciones recientes han favorecido que la cascada vuelva a la vida.
El atractivo del Chorrero ha convertido a Villaluenga del Rosario en un destino muy demandado por los amantes de la naturaleza y el senderismo. Desde el aparcamiento del Puerto de las Viñas parte una ruta de aproximadamente 10 kilómetros que permite disfrutar de este enclave. El recorrido desciende por la colada de la Plaza de Toros hasta el Puerto de las Viñas, pasando por la Escuela de Barrida antes de llegar al arroyo de la Higuereta. A partir de ahí, se sigue la ribera del arroyo hasta la zona donde se producen los espectaculares saltos de agua.
El sendero ofrece vistas privilegiadas del entorno, aunque se recomienda extremar la precaución debido a la humedad y los resbalones en la roca mojada. Para quienes deseen contemplar la cascada en todo su esplendor, es imprescindible planificar la visita tras episodios de lluvias intensas, ya que el arroyo suele permanecer seco durante gran parte del año.
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