El terremoto de 5,2 grados en la escala Richter que sacudió el pasado lunes 23 de febrero parte del centro peninsular, con epicentro en la localidad albaceteña de Ossa de Montiel, se percibió en numerosos puntos de la península, incluyendo algunas localidades de la provincia de Cádiz como Sanlúcar de Barrameda, San Fernando o Chiclana de la Frontera.
No ha sido el último terremoto fuerte que en las proximidades de la Península Ibérica se ha registrado en los últimos días, ya que el pasado día 13 de febrero de 2015 en torno a las 20:00 horas se produjeron tres movimientos sísmicos en el centro del Atlántico norte en un periodo de apenas dos minutos, de 5,3; 4,9; y 7,1 de magnitud en la escala Richter a los que siguieron cuatro réplicas, según reportó el Servicio Geológico de los Estados Unidos.
En aquella ocasión el Centro de Avisos de Tsunamis del mar Caribe, que pertenece a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) envió una nota urgente hablando de la posibilidad de un pequeño o mediano tsunami local. Un suceso que no quedó registrado por el Instituto Geográfico Nacional debido a un problema informático que sufren desde hace unas semanas y que provocó anomalías en las mareas, sobre todo en Galicia, que certificaron el tsunami que se alertó por las autoridades norteamericanas, aunque no así por las españolas.
Son numerosos los profesionales no dependientes de los organismos gubernamentales que por su cuenta realizan, normalmente con bastante esmero, trabajos de investigación en campos como la meteorología, la astronomía o sismología, entre otros. Profesionales que el pasado 13 de febrero, mientras desde el IGN no se registraba el terremoto en el Océano Atlántico, se pusieron manos a la obra para investigar las consecuencias del mismo y que tal y como recoge el gráfico de los mareógrafos de Puertos del Estado se produjeron.
En las últimas horas, tal y como ha informado el meteorólogo y periodista chiclanero Marcos Ramírez en sus perfiles sociales y blog, geólogos españoles advierten del riesgo extremo de tsunami que existe hoy día por un incremento temporal importante de la frecuencia sísmica en estos días, riesgo que afecta directamente a las costas españolas, entre ellas las gaditanas.
Marcos Ramírez explica que "la ciencia en pleno estudio cuenta con muchísimas variantes para analizar y perseguir el objetivo de predecir los terremotos, que de forma precisa no podemos señalar, pero que en rangos de temporalidad, ciclos y estadísticas se hacen un puzzle. Desde el 2010 hasta hoy el crecimiento sísmico sobre puntos calientes viene siendo una anomalía clara" y advierte que "lo de Albacete fue otro 'uy' grande y ha despertado revuelo entre la población, pero el riesgo sigue, el enjambre sigue activo y aunque nunca sepamos con total exactitud cuando puede venir algo gordo, lo que está claro es que esta papeleta no nos está gustando absolutamente nada".
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