La policía local de Chipiona ha encontrado un final para una historia que ha generado incertidumbre y misterio durante los últimos meses. Este sábado, la urna con las cenizas de un difunto descubierto en la playa en octubre del año pasado, ha sido entregada en el Santuario de la Virgen de Regla.
La policía ha estado custodia las cenizas en busca de los familiares o responsables, pero desafortunadamente, no han dado señales de vida. Como resultado, el Santuario de la Virgen de Regla ha ofrecido acoger las cenizas en su nuevo columbario, dándoles un lugar de descanso final.
La presencia de la urna en la jefatura de policía ha generado muchas anécdotas y curiosidades, incluyendo agentes que se negaban a entrar en el despacho del jefe por superstición y personas que llegaban a rezar por la persona fallecida.
A pesar de los esfuerzos por descubrir la identidad del difunto, estas preguntas quedarán para siempre sin respuesta, bajo una losa del columbario del Santuario. La urna sin nombre es un recordatorio de la importancia de honrar a aquellos que han fallecido, independientemente de su identidad o historia.
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