El Ayuntamiento de Chiclana ha confirmado que en las próximas semanas se dará inicio a la construcción de 18 nuevas viviendas en la zona de La Cucarela. Esta semana, se ha llevado a cabo la firma del contrato entre la empresa municipal de Vivienda, Emsisa, y la empresa adjudicataria, Construcciones Yatécnicas SL. El presupuesto destinado para este proyecto alcanza los 1.638.972 euros.

Cándida Verdier, consejera delegada de Emsisa, y Eva Verdugo, directora gerente, han rubricado el acuerdo junto a los representantes de Construcciones Yatécnicas SL, Manuel Macías Rivero y Teresa Macías Rivero. Esta firma se produce después de que el Consejo General de Emsisa aprobase a finales de agosto la adjudicación del contrato a Yatécnicas SL. Se espera que en breve se celebre el acto de colocación de la primera piedra e inicio de las obras, que tendrán un periodo de ejecución de 18 meses.

El delegado municipal, Francis Salado, ha destacado la relevancia de este acuerdo: “La firma del contrato supone un paso muy importante, porque han sido muchos años sin construir viviendas y porque llevamos mucho tiempo detrás de este proyecto. Primero quedó desierto y luego tuvimos que rehacerlo para incorporar más dinero por la subida de los materiales". Salado también ha hecho hincapié en que "a partir de ahora vamos a tener una política de vivienda cada vez más potente", refiriéndose a las 55 viviendas ya entregadas en junio y a las futuras 47 en alquiler en la misma zona, además de las 24 viviendas de El Pilar.

Francis Salado subrayó el esfuerzo municipal para satisfacer la demanda de vivienda social en Chiclana, que sigue siendo alta. Afirmó que seguirán trabajando para ampliar el parque de vivienda pública en la ciudad en los próximos años.

Finalmente, el delegado de Vivienda puso de relieve el Plan Ciconia. Este plan permite que las personas que tienen viviendas cerradas y que no desean alquilarlas por miedo al impago, las alquilen al Ayuntamiento. El municipio se encargará de todos los gastos, incluido el IBI, y del alquiler al propietario. Si se produce un impago, el problema será entre el Ayuntamiento y el inquilino, sin repercusiones para el propietario.