Con la monumental plaza de abastos como escenario, la Cruz Roja de Medina Sidonia ha lanzado el proyecto CRECE. Esta iniciativa busca combatir la soledad no deseada en grupos vulnerables como las personas mayores, mujeres víctimas de violencia de género y personas sin hogar. La actividad ha contado con la participación de un diverso conjunto de personas y ha sido posible gracias a los fondos Next Generation de la Unión Europea, administrados por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
El evento ha tenido lugar durante toda la jornada de mañana y ha incluido diversas actividades artesanales. Los participantes han practicado labores de crochet, ganchillos y puntos bajo la atenta mirada de los habituales compradores del mercado y los turistas que visitan el recinto.
"Las personas necesitan, cada vez más, recurrir a instituciones como residencias o centros de días porque sufren soledad no deseada. El proyecto pretende crear redes de apoyo que ayuden a reducir el sentimiento de soledad", explicaron trabajadoras sociales de Cruz Roja.
El proyecto CRECE se está desarrollando en 51 localidades de 15 provincias españolas, incluyendo en la provincia de Cádiz a Arcos, Algeciras, Chiclana y San Fernando. Considerado innovador y experimental desde el ámbito social, el proyecto también incluye una investigación en la materia y una evaluación externa para medir su impacto real.
Colaborando con diversas entidades sociales, comercio local, asociaciones vecinales y administración pública, la Cruz Roja trabaja para evitar que las personas que sufren soledad no deseada vean mermada su empleabilidad, su estado de salud y su autonomía. Este es un nuevo capítulo en su larga historia de proyectos enfocados en la inclusión social, como los proyectos ERACIS o el programa 'Siempre Acompañados'.
El proyecto CRECE ampliará las respuestas que desde Cruz Roja se dan a las diferentes necesidades detectadas. Esto implicará una mejora en la autonomía de las personas, una aplicación de capacidades y el empoderamiento de estos grupos. En la actualidad, la fase de "mapeo" y análisis de las realidades locales ya ha comenzado, con reuniones con diferentes agentes sociales para establecer sinergias y recoger ideas y sugerencias.
El fenómeno de la institucionalización genera a menudo sentimientos de desarraigo, tristeza y abandono. "Cambiar el modelo de cuidados implica repensar el modelo de sociedad en que vivimos", concluyeron desde Cruz Roja.
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