El Centro de Gestión del Medio Marino del Estrecho (Cegma), ubicado en el Puerto de Algeciras, se ha posicionado como un referente en la conservación y cuidado de la biodiversidad marina. Este centro, que depende de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, no solo se dedica a la recuperación de especies varadas, heridas o amenazadas, sino que también realiza importantes investigaciones científicas. Una de sus funciones destacadas es la cría en cautividad de neonatos de tortugas boba, siendo un pionero en España en este campo.
El consejero Ramón Fernández-Pacheco ha resaltado el trabajo de los profesionales del Cegma y ha enfatizado la importancia de la colaboración desinteresada de organizaciones e instituciones en el cuidado de la fauna marina amenazada. Fernández-Pacheco declaró: “Sin la colaboración de los pescadores, que son capitales en la conservación del medio, y de las numerosas organizaciones y entidades que colaboran, la Junta de Andalucía no tendría manera de hacer esta labor que va en beneficio de toda la sociedad. El cuidado del medio ambiente es cosa de todos”. Entre las entidades colaboradoras mencionó a SOS Caretta, ProDunas de Marbella, Equinac de Almería, Biopark, Selwo Marina, Acuario de Sevilla, Oasis de Tabernas, los bomberos de Huelva y los agentes de las policías locales.
El consejero también hizo un llamamiento a la responsabilidad colectiva ante el creciente problema de las basuras marinas, que afecta gravemente a los animales que llegan al centro. En 2023, el programa de emergencias para varamientos de mamíferos y tortugas marinas en Andalucía ha registrado 244 intervenciones, incluyendo 152 cetáceos y 92 tortugas marinas. Hechos destacados incluyen el varamiento de un calamar gigante en La Línea (Cádiz) y dos delfines acróbatas en Barbate, sin registros previos en Europa.
Actualmente, el Cegma acoge 54 crías de tortuga procedentes de un nido en Marbella. Estas tortugas nacieron el 29 de agosto y fueron protegidas por la Junta de Andalucía desde su descubrimiento el 8 de julio. Fernández-Pacheco explicó: “Las tortugas bobas son unos ejemplares importantes para conservar la biodiversidad marina porque nos ofrecen mucha información sobre el estado de medio marino, el más desconocido para la comunidad científica. Y un dato clave es que cada vez acuden a nidificar a nuestras playas, lo que antes no sucedía y evidencia el aumento de la temperatura del mar. En los últimos diez años hemos registrado cinco nidos de tortugas bobas”.
El Cegma, con un equipo de cinco personas, incluye instalaciones especializadas como piscinas de recuperación, un quirófano, sala de necropsias y laboratorio para análisis de muestras. La labor científica del centro es fundamental para determinar las amenazas a la fauna marina. En 2023, se realizaron 23 necropsias a cetáceos, observando enfermedades naturales y efectos de origen antrópico.
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