El Ingreso Mínimo Vital (IMV), prestación abonada por la Seguridad Social, ha llegado a 39.231 hogares en la provincia de Cádiz, beneficiando a 115.356 personas hasta finales de enero. Esta medida, reforzada con el Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI), que proporciona 100 euros mensuales a 24.395 hogares en la provincia, se presenta como un pilar fundamental en la lucha contra la pobreza y la exclusión social en un contexto marcado por crisis económicas sucesivas.
A nivel nacional, el IMV asiste a más de 735.562 hogares, acogiendo a 2.157.712 individuos, con un enfoque especial en la reducción de la pobreza infantil, ya que un 43,4% de los beneficiarios son menores, sumando un total de 953.387 niños y niñas. Destaca además que en dos de cada tres hogares beneficiarios la titular de la prestación es una mujer, reflejando la prevalencia de este colectivo entre los destinatarios de la ayuda.
Alfonso Moscoso, vicesecretario general primero del PSOE de Cádiz y senador por esta provincia, enfatiza el compromiso del partido en la erradicación de la pobreza y la exclusión, señalando el IMV como un ejemplo clave de las políticas impulsadas por el Gobierno de Pedro Sánchez para atender a las poblaciones más vulnerables. Según Moscoso, estas iniciativas contrastan significativamente con las políticas de derechas, donde se prioriza la reducción de impuestos a sectores más acomodados, en lugar de apoyar a los trabajadores, las clases medias y los desfavorecidos.
El IMV, aprobado en mayo de 2020, se concibe como una herramienta ética y justa para combatir la pobreza, buscando no solo ofrecer un soporte económico a quienes se encuentran en situaciones de pobreza extrema, sino también integrarlos en un sistema de protección social más amplio que incluye desde el SEPE hasta prestaciones autonómicas y servicios sociales, proyectando un escenario de igualdad y dignidad para las familias afectadas.
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