Con la Cuaresma ya iniciada hace unos días, este domingo 25 de febrero se celebró en Medina Sidonia la primera de las salidas procesionales que marcarán el período hasta el Viernes Santo, cuando se espera la procesión de cierre de la Hermandad de la Buena Muerte. El evento central de este domingo fue el solemne y emotivo Vía Crucis oficial del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, que comenzó poco después de las 19:00 desde la iglesia de la Victoria. Esta ceremonia, que se enmarca dentro del tiempo litúrgico de preparación para la Pascua de Resurrección, destacó por la procesión de la talla del Cristo de la Columna, cotitular de la Hermandad de la Sangre, junto a María Santísima del Mayor Dolor, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de la Victoria.
La procesión se desplegó sobre una parihuela decorada con flores, simbolizando la cuarentena y el período de penitencia desde el Miércoles de Ceniza hasta el Viernes Santo. El recorrido penitencial previsto por las principales calles del centro de Medina Sidonia y parte del barrio de Santiago, sin embargo, enfrentó un imprevisto climatológico. Al encontrarse en el interior de la Iglesia Parroquial de Santiago, antes de afrontar el último tramo del recorrido, comenzó a caer una ligera llovizna. En respuesta, el Consejo Local de Hermandades y la hermandad cotitular decidieron realizar la lectura de las estaciones restantes dentro del templo para proteger la integridad de las imágenes y de los participantes. Afortunadamente, tras una breve pausa y una vez cesada la lluvia, la procesión pudo retomar su camino a paso ligero hacia el templo de origen, evitando así cualquier daño por la lluvia, que volvió a hacer acto de presencia poco después de concluir el evento.
Durante el trayecto, la parihuela fue portada a hombros por varias de las hermanas costaleras, bajo la dirección de la capataza Mirian Fuentes. A estas mujeres se les unieron o fueron relevadas por hermanos de otras cofradías de Medina, así como por fieles en general que quisieron contribuir llevando la imagen, de gran valor escultórico atribuido al círculo de la Roldana.
El Vía Crucis transitó desde la Victoria en dirección a la plaza de la Cruz, San Juan alta, Varos, La Loba, plazuela de Santiago, donde, debido a la lluvia, se tomó la decisión de permanecer hasta que el clima permitiera volver al punto de partida. A pesar de la interrupción, la procesión, que desfiló por casi todo el recorrido inicialmente programado, mantuvo un carácter especialmente severo y devoto, en línea con las tradiciones de las salidas procesionales durante la Semana Santa, en las que las tallas e imágenes recorren las calles de Medina Sidonia.
El acto de penitencia concluyó alrededor de las 20:30 horas, y la cofradía procedió a resguardar la venerada imagen en el templo hasta el Domingo de Ramos. La ceremonia contó con la presencia del sacerdote brasileño Luiz Gustavo de Silveria, párroco de San Juan de Dios, y Moisés Marchantes, presidente del Consejo Local de Hermandades, quienes junto a representantes de su Junta, hermanos de las cofradías y fieles en general, participaron activamente en el rezo de las 14 estaciones del Vía Crucis. Este acto religioso, que marca uno de los momentos más importantes al inicio de la Cuaresma, se caracterizó por un ambiente de gran devoción, fervor y misterio, reflejando la solemnidad de la muerte y resurrección de Jesús.
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