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El obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza, ha presentado su renuncia al cumplir 75 años, siguiendo el Código de Derecho Canónico que insta a los obispos residenciales a formalizar su jubilación al alcanzar dicha edad. Mons. Zornoza ha comunicado que, según lo establecido, será el Santo Padre quien, después de realizar las consultas pertinentes con el nuncio apostólico en España y otros organismos eclesiásticos, designe su relevo.

Hasta que esto ocurra, Mons. Zornoza continuará ejerciendo sus funciones como obispo de la diócesis con el mismo cuidado e intensidad. Según ha explicado, "la presentación de la renuncia no significa que la diócesis quede sin nadie al frente hasta que llegue el relevo en la sede episcopal". Como es habitual en estos casos, el proceso de nombramiento del nuevo obispo puede extenderse por varias semanas o incluso meses.

Mons. Zornoza también ha expresado su disposición a seguir trabajando al servicio de la Iglesia, independientemente de su estado de jubilación, afirmando que "a lo que uno nunca renuncia es a ser cura y ser obispo". Ha subrayado además la importancia del compromiso en la vida sacerdotal, destacando que "es muy edificante ver que hay muchos sacerdotes que siguen trabajando con la edad de jubilación ampliamente superada y que lo hacen muy bien".

 


 

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