Recientemente fueron detectadas en España fresas procedentes de Marruecos contaminadas con hepatitis A, las cuales lograron ingresar sin los controles aduaneros adecuados a través del Puerto de Algeciras, en la provincia de Cádiz. La Junta de Andalucía ha identificado al importador, una empresa de Huelva, y al distribuidor, una empresa de Sevilla, de esta fruta infectada, que afortunadamente no alcanzó a ser comercializada ni consumida.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha declarado que la responsabilidad de supervisar la entrada de mercancías extranjeras recae en el Estado a través de Sanidad Exterior, expresando su preocupación por el fallo en los controles del Puerto de Algeciras. Moreno hizo un llamamiento al Gobierno para que revise sus protocolos de control aduanero.
La preocupación ha trascendido a nivel europeo, con partidos como PP, Ciudadanos y Vox solicitando la intervención de la Comisión Europea. Estas formaciones políticas demandan un aumento en los controles y, en el caso de Vox, la prohibición total de importar fresas de Marruecos.
Este incidente ha suscitado también la reacción de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), que exige medidas urgentes ante el riesgo que representan estas fresas contaminadas para la salud pública, especialmente si se considera la posibilidad de que hayan sido regadas con aguas fecales.
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