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El Consejo Escolar Municipal y el Claustro de Alcalá de los Gazules han decidido cambiar el nombre del CEIP Juan Armario a CEIP Al-Kalat, en cumplimiento con la Ley de Memoria Histórica y Democrática que busca eliminar referencias franquistas y antidemocráticas en espacios públicos. La decisión fue adoptada en noviembre de 2019 por la corporación municipal.

Francisco Guerrero, vicepresidente de la Mancomunidad de Municipios de la Comarca de la Janda, comentó: "Hoy podemos decir que este país es un poco más demócrata, máxime porque se trata de un centro educativo". Por su parte, Javier Rodríguez, presidente del ente supramunicipal, expresó su felicitación a los ciudadanos de Alcalá, afirmando que "los demócratas estamos de enhorabuena".

El CEIP Juan Armario era el único colegio en la provincia de Cádiz que conservaba el nombre de un miembro fundador de la Falange. El cambio de nombre se ha solicitado tras constatarse que Juan Armario fue dirigente local de Falange, alcalde de Alcalá y uno de los principales promotores del golpe de Estado de julio de 1936, así como de la represión durante la dictadura franquista, que causó muerte y sufrimiento entre los vecinos de Alcalá y otras localidades, según investigaciones del historiador Carlos Perales.

El sindicato CCOO ha apoyado la demanda del Ayuntamiento, instando a la delegada territorial de Desarrollo Educativo y FP a liderar las gestiones necesarias para el cambio de nombre del colegio, en aras de fomentar una educación basada en valores democráticos. Sebastián Alcón, secretario general del Sindicato Provincial de Enseñanza de CCOO en Cádiz, destacó la importancia de eliminar nomenclaturas que honren a figuras del régimen franquista en la educación.

El sindicato también ha recordado que es esencial intensificar los esfuerzos para incorporar la memoria histórica y democrática en las aulas andaluzas, especialmente en fechas significativas como el 14 de junio, día dedicado al recuerdo y homenaje a las víctimas del golpe militar y la dictadura.

Finalmente, cabe mencionar el significativo pasado de Alcalá de los Gazules, que en 1310, bajo el reinado de Fernando IV de Castilla, fue cedida a Alfonso Fernández de Córdoba. Este fue encargado de mantener una guarnición de 150 hombres de armas para defender la frontera contra los musulmanes, destacándose por su capacidad como defensor fronterizo. Aunque la villa fue entregada de manera hereditaria, poco tiempo después retornó al realengo, sin datos concretos sobre las razones de esta rápida transición.

 


 

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