La Comisión Provincial del Consejo Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) en Cádiz, presidida por el delegado territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta en Cádiz, Daniel Sánchez Román, abordó la evolución de la siniestralidad laboral en la provincia durante los tres primeros trimestres de 2024 y presentó la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud Laboral (EASST) 2024-2028.
En esta reunión participaron representantes de instituciones como las delegaciones territoriales de Salud y Consumo, y Economía, Hacienda, Fondos Europeos y Política Industrial y Energía de la Junta; la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social; la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz (CEC); los sindicatos UGT y CCOO; y el personal técnico del Centro de Prevención y de la delegación territorial de Empleo.
El análisis reveló un ligero aumento del 1 % en la siniestralidad laboral respecto al mismo período de 2023, con un fallecimiento adicional registrado. Daniel Sánchez Román destacó que, aunque cualquier muerte en el ámbito laboral es inaceptable, los datos deben contextualizarse en un aumento de la ocupación en la provincia, con 24.000 personas más empleadas en comparación con el año anterior según la Encuesta de Población Activa (EPA). “Todos los agentes implicados debemos trabajar para mejorar estas cifras y alcanzar una tasa cero de accidentes laborales”, afirmó.
Durante la sesión, se expuso la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024-2028, publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) el 28 de octubre, con una dotación de 48,11 millones de euros. Según Sánchez Román, esta estrategia es “una herramienta potente para prevenir la siniestralidad y sensibilizar sobre el entorno laboral como un espacio saludable y seguro”.
La EASST establece siete objetivos generales enfocados en mejorar las condiciones de seguridad y salud, reducir accidentes laborales, prevenir enfermedades profesionales, facilitar la prevención en las PYME, afrontar retos como la transición digital y los riesgos emergentes, fomentar la cultura preventiva, optimizar el sistema de seguridad y salud laboral y desarrollar aspectos clave de la prevención como la formación, la perspectiva de género y la protección de colectivos vulnerables. Estos objetivos se concretan en 20 ejes y 61 líneas de actuación que incluyen medidas de control, investigación, divulgación y asesoramiento, así como acciones específicas para enfermedades profesionales relacionadas con el cáncer y la exposición a sílice y amianto.
El delegado concluyó resaltando la importancia del trabajo conjunto entre administraciones, empresas y agentes sociales para consolidar una cultura preventiva, destacando el clima de colaboración observado durante la jornada.
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