En las últimas semanas, en el municipio de Puerto Real se ha detectado la presencia de diversos tipos de orugas en sus zonas verdes y espacios frecuentados por animales. Estas observaciones han generado inquietud entre la ciudadanía, particularmente entre los propietarios de perros. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Puerto Real ha comunicado que las orugas localizadas, entre ellas la lagarta peluda y la oruga de los prados, son inofensivas tanto para personas como para animales, y no representan los riesgos asociados a la procesionaria del pino.
El Consistorio detalló que el pasado mes de octubre se llevó a cabo un tratamiento de endoterapia para combatir la procesionaria en distintas áreas del municipio, un trabajo realizado por la empresa pública Grupo Energético de Puerto Real (GEN). Las zonas intervenidas incluyeron espacios como Huerta Pley, Factoría de Matagorda, Amargura (junto a las pistas de tenis), Barriada 512, calles Algodonales y Algeciras, Ríos San Pedro, Parque de La Liviana, Avenida de Cádiz, Plaza de la Bulería, calles Sol y Plutón y la Escuela Infantil Elvira Lindo.
La delegada municipal de Medio Ambiente, Virginia Mena, destacó la importancia de “aprender a distinguir los tipos de orugas para tranquilidad de la gente” y subrayó que esta información aclaratoria busca ser de utilidad.
Además, se explicó que la lagarta peluda, conocida científicamente como Lymantria dispar Linnaeus, es originaria de Eurasia y, aunque puede ser encontrada en Norteamérica tras su introducción en el siglo XIX, no implica riesgos urticantes. Este tipo de oruga consume las yemas y hojas tiernas de los árboles, y en casos de alta densidad poblacional, puede alimentarse también de hojas maduras y tallos verdes.
Por su parte, la oruga roja de los prados (Ocnogyna baetica), habitante frecuente de los campos, se caracteriza por su comportamiento gregario, formando densas nubes de seda en el suelo mientras se alimenta.
En contraste, la procesionaria del pino (Thaumetopea pitycampa), considerada el insecto defoliador más relevante de los pinares españoles, representa un peligro para personas y animales debido a sus pelos urticantes, que pueden causar irritaciones severas e incluso reacciones alérgicas intensas. Este lepidóptero, que habita principalmente en pinos, cedros y abetos, es especialmente problemático en parques, jardines y entornos educativos.
El Ayuntamiento recomienda evitar cualquier contacto con estas orugas y, en caso de avistarlas, se aconseja acotar el área afectada y contactar con el teléfono de emergencias 112. Dependiendo del tipo de presencia (bolsón larvario o procesionaria en el suelo), la intervención será realizada por el servicio de Parques y Jardines o el Centro Municipal Zoosanitario.
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