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El Gobierno facilita la actividad de los centros de mantenimiento de  vehículos ferroviarios

La comunidad ferroviaria se encuentra en estado de alerta ante los recientes acontecimientos que podrían fracturar la integridad de RENFE y ADIF. El anuncio de un pacto entre PSOE y ERC sobre la gestión de Rodalíes ha encendido las alarmas entre las plantillas de ambas entidades, poniendo en juego el futuro laboral de miles de empleados y la calidad del servicio prestado.

El temor a la fragmentación de estas empresas públicas, esencial en la vertebración territorial y laboral, ha llevado a los Comités de Empresa de RENFE y ADIF a adoptar una postura de confrontación ante lo que consideran un ataque directo a los derechos laborales adquiridos. En un ejercicio de unidad sin precedentes, han anunciado una serie de jornadas de huelga que afectarán a todo el Estado, con fechas fijadas para el 24 y 30 de noviembre, así como el 1, 4, y 5 de diciembre del presente año.

La falta de diálogo y transparencia en la gestión de esta transición ha sido otro de los puntos críticos señalados por las organizaciones sindicales. La preocupación no solo reside en la ausencia de una comunicación efectiva sino en la incertidumbre sobre cómo se llevará a cabo este proceso y las repercusiones que tendrá tanto en la calidad del servicio como en la situación laboral de los trabajadores.

En un llamamiento a la sociedad, la Confederación General del Trabajo (CGT) ha pedido un respaldo masivo a las movilizaciones, no solo en defensa de los puestos de trabajo, sino también para garantizar un servicio ferroviario que es pilar fundamental para la movilidad del país. Subrayan que esta lucha no es solo de los trabajadores de RENFE y ADIF, sino de todos los usuarios y de la sociedad en general, que se verá afectada de materializarse la fragmentación temida.

Centrándose en la provincia de Cádiz, los efectos de este conflicto no serán menos palpables. Las rutas ferroviarias son arterias de comunicación y desarrollo económico esenciales para la región, y su paralización podría suponer un revés significativo tanto para la economía local como para la cotidianidad de sus habitantes. Los representantes sindicales en la provincia han hecho hincapié en la importancia de mantener un frente común en defensa de un sector que, más allá del transporte, es símbolo de unión y avance para una parte de la provincia de Cádiz.

 


 

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