El equipo de gobierno, bajo la dirección de Germán Beardo, está implementando medidas para realzar la historia del Complejo Hidrológico de los Manantiales de la Piedad, situado en la falda de la Sierra de San Cristóbal, al noroeste de El Puerto. Esta iniciativa, liderada por Enrique Iglesias, edil de la Concejalía de Patrimonio, busca promover el conocimiento de estas históricas instalaciones.
Recientemente, técnicos de la Concejalía de Patrimonio, acompañados por miembros de la Asociación de Defensa del Patrimonio Histórico de El Puerto de Santa María Betilo, realizaron una inspección de las antiguas infraestructuras. Durante la visita, exploraron gran parte del recorrido subterráneo que conforma el complejo.
Los Pozos de la Piedad tienen una larga historia, remontándose su explotación al siglo XVI y continuando hasta bien entrado el siglo XX. Este sistema fue crucial para el abastecimiento de agua en El Puerto de Santa María y otras localidades cercanas en la Bahía de Cádiz.
El complejo incluye varias instalaciones diseñadas para la extracción y distribución del agua de los manantiales subterráneos. Su característica más notable es el acueducto subterráneo, una impresionante obra de ingeniería. Históricamente, estos manantiales suministraron agua potable a la ciudad desde el siglo XVII hasta 1958. En ese año, la gestión del agua se integró en el Plan de Abastecimiento a la Zona Gaditana, administrado inicialmente por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y, posteriormente, por el Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana.
El uso de los Pozos de la Piedad se interrumpió durante 36 años, hasta 1994, cuando la sequía y las restricciones de agua en la región llevaron a la Junta de Andalucía a autorizar su reactivación. Las instalaciones de elevación de aguas subterráneas fueron utilizadas para inyectar agua en las tuberías generales, contribuyendo a mitigar el déficit hídrico en la provincia. A finales de 2022, Apemsa reanudó el uso de los Pozos de la Piedad tras una inversión de 279.300 euros, aportando hasta 1.500.000 litros de agua al día.
Además del desarrollo subterráneo, el acueducto es visible en superficie a través de diversas estructuras que antiguamente facilitaban la limpieza del túnel y sus aguas. La distribución de agua en la ciudad era el objetivo principal de este sistema, que comenzó a varios kilómetros del núcleo urbano. Se instalaron numerosas fuentes públicas en puntos estratégicos para asegurar el abastecimiento general de la población y la aguada de barcos.
Desde los años 90, el Centro Municipal de Patrimonio Histórico ha realizado estudios sobre los manantiales de la Piedad y ha desarrollado proyectos como la creación de un Centro de Interpretación sobre el Complejo Hidrológico. Este proyecto, que actualmente se contempla retomar, serviría como punto de recepción en un plan de apertura de algunos tramos al público.
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