La preocupación de los vecinos de los Ejidos o Falda del Castillo en Medina Sidonia por los recurrentes cortes de agua se intensifica, destacando la urgente necesidad de renovar las redes de agua del barrio. Alertan sobre la antigüedad de algunas tuberías, que "tienen más de 30 años y son de uralitas", una situación que agrava el riesgo de incidentes como reventones y pérdidas significativas de agua, especialmente crítico ante la falta de precipitaciones y la aproximación de la estación primaveral y el verano.
Esta demanda surge en un contexto donde el municipio ha emprendido obras de mejora en calzadas y aceras en distintas zonas, renovando redes de agua en otras barriadas.
Los residentes se cuestionan por qué no se ha aprovechado para "cambiar o renovar las tuberías de la red de agua" en su barrio durante estas obras, especialmente dada su proximidad a importantes monumentos e hitos culturales e históricos. La preocupación por la integridad de la infraestructura hídrica y el patrimonio del barrio es evidente entre los ciudadanos, que temen las consecuencias de un mantenimiento insuficiente.
Además, critican la ejecución de las obras de adoquinado en las calles, apuntando a deficiencias que resultan en la acumulación de agua por precipitaciones ligeras y una falta de armonía con el entorno histórico. Estas observaciones subrayan la importancia de una planificación y ejecución de obras que consideren tanto la mejora de la infraestructura como la conservación del valor cultural y histórico del área.
El ayuntamiento, bajo la gestión de IU, ha respondido a estas preocupaciones destacando las acciones realizadas para sustituir tuberías obsoletas y reducir las pérdidas de agua, en línea con su compromiso ambiental.
Señalan que "Desde el compromiso con el medio ambiente, este ayuntamiento ha realizado obras desde que llegó al poder hace más de 10 años para la sustitución de tuberías obsoletas que presentaban, entre otras, roturas o fisuras".
Este enfoque proactivo en la renovación del sistema de red de agua potable ha sido parte de una estrategia más amplia para enfrentar la emergencia climática y la sequía, optimizando la red de abastecimiento para ahorrar agua. El ayuntamiento enfatiza la necesidad de un esfuerzo conjunto entre la administración y la ciudadanía para el ahorro de agua y el uso responsable del recurso, destacando que "Es una obra que no luce, pero que ahora es esencial y por tanto a la ciudadanía le toca ahora hacer sus deberes ahorrando agua, no haciendo un mal uso y reaprovechando el agua en la medida de lo posible".
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