La actriz Marisa Paredes ha fallecido a los 78 años de edad, según confirmó el 17 de diciembre de 2024 la Academia de Cine. La reconocida intérprete, cuyo nombre completo era María Luisa Paredes Bartolomé, nació en Madrid el 3 de abril de 1946 y desarrolló una prolífica carrera en el cine, el teatro y la televisión tanto en España como en otros países como Francia, México e Italia.
Marisa Paredes, considerada una de las figuras más importantes de su generación, participó en más de 75 películas, 80 ficciones televisivas y 15 obras teatrales. Su talento la llevó a trabajar con directores destacados del cine europeo y a recibir numerosos galardones a lo largo de su vida. Entre estos premios destacan el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, la Gran Medalla Vermeil de la Villa de París y el Premio Goya de Honor en 2018, además de seis Fotogramas de Plata y otros reconocimientos como el Premio de Honor en el Festival de Cine de Astorga.
Su vocación por la interpretación se manifestó desde la infancia. Estudió en el Conservatorio y en la Escuela de Arte Dramático de Madrid. Debutó en el cine con solo 14 años, en la película Esta noche tampoco (1960), dirigida por José Osuna, y en 091 Policía al habla de José María Forqué. En teatro, inició su trayectoria junto a la compañía de Conchita Montes y participó en numerosas obras de autores como Ibsen, Shakespeare y Chejov, especialmente en el programa televisivo Estudio 1.
En el cine, Paredes desempeñó roles secundarios durante las décadas de 1960 y 1970, participando en filmes de distintos géneros. Su reconocimiento comenzó a crecer a partir de Ópera prima (1980) de Fernando Trueba, que supuso un punto de inflexión en su carrera.
Su proyección internacional llegó de la mano de Pedro Almodóvar, quien la convirtió en una de sus "chicas Almodóvar". Con él trabajó en Entre tinieblas (1983), Tacones lejanos (1991) y La flor de mi secreto (1995), por la que fue nominada al Goya como mejor actriz protagonista. Posteriormente, participó en otras obras del director manchego como Todo sobre mi madre (1999), Hable con ella (2002) y La piel que habito (2010).
Gracias a su colaboración con Almodóvar, Paredes amplió su carrera en el cine internacional, actuando en producciones como La vida es bella de Roberto Benigni y Profundo carmesí de Arturo Ripstein. También trabajó con cineastas como Amos Gitai (Golem, l’esprit de l’exil), Daniel Schmid (Hors saison), Raoul Ruiz (Tres vidas y una sola muerte), Alain Tanner (Jonás y Lila), Guillermo del Toro (El espinazo del diablo) y Manoel de Oliveira (Espelho mágico), entre otros.
Entre 2000 y 2003, Marisa Paredes presidió la Academia de Cine Español en un periodo marcado por la polémica, especialmente durante la gala de los Premios Goya de 2003, donde el cine español expresó su rechazo a la Guerra de Irak.
Marisa Paredes deja un legado artístico fundamental en la historia del cine y el teatro español, además de una carrera internacional que consolidó su nombre entre las grandes actrices del panorama europeo.
Fotografía: Wikimedia Commons
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