Dos profesionales sanitarias del Centro de Salud de Rota fueron agredidas durante un episodio de violencia ocurrido en la mañana del día anterior. En este incidente, una celadora conductora sufrió una agresión física, mientras que una enfermera fue objeto de insultos y gritos por parte de una pareja que acudió al centro solicitando atención por Urgencias. La delegada territorial de Salud y Consumo, Eva Pajares, condenó los hechos y expresó su solidaridad con las víctimas, calificando estos actos como resultado de una "pérdida del principio de autoridad, un problema de educación y un nivel de tolerancia mínima".
El incidente se originó cuando un hombre y una mujer exigieron tratamiento urgente para la mujer. Al ser informados por la celadora que debían solicitar cita con la enfermera debido a que no se trataba de una urgencia, ambos comenzaron a arrojarle objetos, entre ellos una mampara protectora y un monitor, causándole una contusión. La enfermera que acudió en su ayuda fue agredida verbalmente por la pareja. El altercado fue finalmente controlado con la intervención de la Policía, y se encuentra en trámite la correspondiente denuncia.
En señal de repulsa por estos hechos, el Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra organizó dos concentraciones con lectura de manifiesto, llevadas a cabo en el Centro de Salud de Rota y en el Hospital Universitario de Jerez. A estos actos asistieron la gerente del Área, Lourdes García, y su equipo directivo.
En este contexto, cabe destacar que a principios de mes, el Hospital Universitario de Jerez fue sede de una reunión de la Mesa Técnica de Prevención de Riesgos Laborales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), en la que se presentó el Banco de Buenas Prácticas para prevenir y abordar agresiones al personal sanitario. Este documento ofrece un conjunto de medidas para prevenir agresiones y minimizar sus consecuencias, además de mejorar la atención a las víctimas tras estos episodios. La comisión provincial contra las agresiones en centros sanitarios, presidida por Eva Pajares, trabaja trimestralmente con agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil y otros representantes para identificar mejoras en la seguridad y reducir estos actos.
Entre las herramientas del SAS contra esta problemática destacan la creación de la figura del ‘profesional guía’, atención psicológica para las víctimas, refuerzos en medidas de seguridad, y formación para el personal sanitario. Además, se advierte que estos actos pueden ser considerados como delitos de atentado, con penas de uno a tres años de prisión. Recientemente, un juzgado en Jerez condenó a un paciente por amenazas leves contra una médico de familia, estableciendo medidas cautelares que incluyen prohibición de acercamiento y comunicación con la víctima.
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