Aún era noche cerrada, cuando un buen número de personas se congregaron a la salida de Chiclana y más concretamente en la Avenida del Velódromo para iniciar un año más la peregrinación andando desde la localidad chiclanera hasta Medina Sidonia
Esta andanza de 23 kilómetros, campos a través, por caminos de tierra, públicos, veredas, vías pecuarias, padrones, no tenía otro fin que visitar el sepulcro de la Madre Antonia de Jesús, fundadora entre otros de los conventos de clausura Jesús Nazareno en aquella localidad y el de Jesús, María y José (monjas de arriba) en la localidad asidonense.
Esta es una iniciativa que cumple su XIII edición promovida por el grupo Madre Antonia de Jesús, constituido bajo la coordinación del devoto, Manuel Gómez.
En esta ocasión han sido más de 300 personas las que han participado en los actos programados: la mayoría de ellos lo hicieron andando o pie, medido centenar de peregrinos en autobús desde Chiclana de la Frontera, otros 50 también en bus de Vejer de la Frontera, a los que se unieron visitantes de San Fernando, Arcos de la Frontera, la propia Medina Sidonia y sus alrededores, que se desplazaron hasta el monasterio conventual asidonense y a la Iglesia Parroquial de Santa María la Coronada donde tuvo lugar la celebración de la eucaristía de acción de gracias presidida por el sacerdote, Antonio Jesús López García Mohedano.
Acompañado por una dotación del grupo de voluntarios de Protección Civil de Chiclana, Medina Sidonia, policías locales de ambas localidades y Guardia Civil de tráfico en los tramos de carretera, los peregrinos en un ambiente de alegría, religioso y festivo, iniciaron los 23 kilómetros de marcha. En esta ocasión el levante tuvo consideración dando tregua, por lo que los caminantes, tan solo se enfrentaron a un cielo cubierto y una excelente temperatura primaveral, que hizo aún más soportable y agradable la marcha.
La caminata la efectuaron campo a través, por caminos rurales, cañadas, coladas, vías pecuarias, dehesas o carretera de asfalto u hormigón, hasta llegar a los pies de la calzada romana la cuesta que une el ventorrillo “El Carbón” con el núcleo poblacional de Medina. A la entrada y salida de este empinado repecho de casi dos kilómetros, les esperaban una patrulla de la Policía local asidonense, encargada de cortar y regular el tráfico en este tramo mucho estrecho, a cuyos lados se encuentran las más famosas huertas de Medina y por donde circulan un buen número de coches, ciclo turistas, ciclistas o peatones.
En algunos casos bastante cansados, después varias horas de recorrido y a medida que subían la empinada o escarpada calzada, se produjeron algunos desvanecimientos, fatigas, mareos o lipotimias sin importancia, resuelto por la intervención del voluntariado de protección civil y los propios peregrinos.
Agotados pero contentos los caminantes llegaron por fin al mediodía al atrio de la Iglesia de Santa María.
Cómo había aconsejado el coordinador y responsable del peregrinaje los caminantes portaban linternas, ropa y zapatillas de deportes, gorros, pañuelos de la asociación al cuello, bastones para caminar, agua, frutos secos, bocadillos e hidratándose durante el camino y comiendo alguna frutita o dátiles.
Durante el recorrido hicieron hasta 5 paradas para oración, hidratarse, fotos, aun así, sin mucho tiempo para descansar, tan solo en las dos últimas paradas para hacerlo con más tranquilidad, la última de ella culminado el cerro donde está enclavado la trimilenaria Asido.
Así lo detallaba la organización "Todos los peregrinos caminamos en compañía de todos,pero en la soledad de cada uno", estableciendo las paradas en el punto mágico km 5, ,bifurcación Puerto real-Medina km10. Pasado El Berrueco km14,Venta Candela km21y Parada y Fin en Medina en la Iglesia km23.
“Disfrutamos de un camino muy bonito con bellos paisajes y con la llegada al sepulcro de la Madre Antonia de Jesús. La Fe es el convencimiento de lo que no sé ve".
Tras un breve reposo, se inició la celebración eucarística en un templo completamente lleno, presidida por el sacerdote que había acompañado a la expedición, Antonio Jesús López García Mohedano y que contó con la participación de un coro chiclanero.
A la conclusión de la misa los asistentes accedieron al convento de las Monjas de arriba para visitar y rezar antes el sepulcro de la Madre Antonia de Jesús. Muchos de ellos se pararon en la puerta del convento para adquirir o comprar los exquisitos dulces de la popular repostería asidonense que elaboran en sus obradores las religiosas.
Finalmente, los peregrinos se trasladaron o dispersaron por varios sitios de la localidad donde compartieron una comida en el alegre ambiente de fraternidad que deriva de compartir la fidelidad a unos mismos ideales, para tomar los autobuses de vuelta a Chiclana y otros puntos de destinos.
El coordinador de la peregrinación, Manuel Gómez destacó el éxito de la convocatoria de esta décima primera peregrinación al sepulcro de la Madre Antonia de Jesús “23 kilómetros caminando de Chiclana a Medina, Cada año va aumentando sus devotos de la Sierva de Dios Madre Antonia de Jesús. Que el camino salga a tu encuentro. Que el viento siempre esté detrás de ti y la lluvia caiga suave sobre tus campos. Y hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios os sostenga suavemente en la palma de su mano".
Por otra parte quiso expresar “nuestro agradecimiento a la comunidad de religiosas del convento asidonense por su acogida en su monasterio y por su testimonio de fidelidad a la Santa Iglesia y a la liturgia tradicional como medio de santificación para la Madre Antonia de Jesús y, por su oración, para el mundo. Nuestro agradecimiento igualmente a la Policía Local de Medina Protección Civil de Chiclana, al coro que intervino en la Santa Misa, a todos los peregrinos que participaron en la marcha al párroco de Santa María, por su inestimable ayuda en todo lo relativo a la preparación y desarrollo de la peregrinación desde recibirnos en el punto al que ascendimos a pie hasta cedernos la Iglesia Parroquial para la Eucaristía.
Para Gómez “esta peregrinación pone de manifiesto, una vez más, cómo la liturgia tradicional aglutina a fieles de toda edad y condición en un más fiel seguimiento de Jesucristo, y cómo también grupos de jóvenes se sienten especialmente identificados con esta liturgia por la sacralidad y reverencia que transmite, y, en definitiva, por el
teocentrismo que toda ella expresa”
Las primeras peregrinaciones andando a Medina comienzan con M.G. en 2017 cuando junto a su mujer hizo el camino hacia el Sepulcro agradeciendo su reciente salida de una gran enfermedad y estar al borde de la muerte. De esta manera, meses más tarde comenzaron las primeras peregrinaciones con pequeños grupos, “pero la gran devoción hacia la madre Antonia de Jesús ha hecho que año tras año, los grupos hayan ido aumentando”. Terminó diciendo.